Komatsu ha ido ampliando su línea de camiones autónomos en Brasil y ya hay seis máquinas operando en el mayor complejo de extracción de mineral de hierro del mundo, en Carajás (PA). La empresa informó que otros cuatro camiones deberían entrar en circulación antes de fin de año en esta operación.
Controlados por sistemas computarizados, GPS, radar e inteligencia artificial, los camiones autónomos de Komatsu viajan entre el frente minero y el área de descarga. El equipo desarrolla acciones dentro de las capas de seguridad de la mina, utilizando sensores de seguridad capaces de detectar objetos como piedras grandes, vehículos pequeños y otros equipos tripulados, así como obstáculos en las inmediaciones de la pista.
Como resultado, se eliminan por completo situaciones de riesgo como vuelcos, atropellamientos y colisiones.
“Con los controles autónomos, la previsión y la repetibilidad asociados al sistema, logramos una mayor vida útil de los equipos y sus componentes. Otro punto a destacar, según nuestros datos globales, es la mejora de alrededor del 40% en la vida útil de neumáticos y frenos, y una reducción del 13% en el mantenimiento general, lo que conlleva una disminución de los residuos generados respecto a la operación tripulada. Con esto, también tenemos una reducción de la emisión de gases contaminantes a la atmósfera”, informó Javier Mitsuyo Matsuda, director ejecutivo del Proyecto AHS (Sistema Autónomo de Transporte).
Otro punto importante es la disminución en el número de paradas de la máquina por mantenimiento o cambios de turno, entre otros, se puede observar un aumento de hasta un 15% en la productividad. “En todas nuestras operaciones, en general, notamos impactos reales de la automatización en todo el proceso de producción. Los costos de carga y transporte de materiales, por ejemplo, muestran una reducción de hasta un 15% en comparación con las operaciones que utilizan máquinas tripuladas”, enfatiza Matsuda.
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