Los supervisores de la mina Centinela y la chilena Antofagasta, una de las mayores productoras mundiales de cobre, acordaron la noche del viernes extender una mediación con el gobierno para acordar un nuevo contrato e intentar evitar una huelga.
Los agremiados abrieron a mediados de mes el camino a la paralización tras rechazar la última oferta formal de Antofagasta, pero esta semana iniciaron una mediación gubernamental para buscar una salida.
“Las partes acordaron extender la mediación obligatoria por un día hábil, a fin de que la Compañía pueda presentar una propuesta final, en relación a las demandas y planteamientos que nuestro equipo les ha presentado”, informó el gremio a Reuters.
“La empresa ha comprometido la entrega de esta nueva oferta a primera hora del día lunes 27”, agregó.
La legislación chilena contempla que tras cinco días de mediación, las partes pueden renovar por hasta otro plazo similar para concretar avances.
El gremio advirtió que de rechazarse la nueva oferta la huelga se haría efectiva desde el martes.
Antofagasta declina comentar sobre sus negociaciones laborales.
Centinela produjo 276.600 toneladas de cobre en 2019.
En la misma situación se encuentran la empresa Antofagasta Minerals con los trabajadores de la mina Zaldívar, quienes decidieron la noche del miércoles pasado extender una mediación con el gobierno para intentar acordar un nuevo contrato colectivo y evitar una huelga en el yacimiento.
A inicios de mes, los agremiados en Zaldívar aprobaron seguir hacia la paralización debido a que el ofrecimiento de Antofagasta incluso eliminaba beneficios vigentes.
El gremio informó a Reuters que “se extendió la mediación para ver los resultados de las asambleas” sobre una nueva propuesta entregada por la empresa.