La suba del precio del gas por la invasión de Rusia a Ucrania llevó al país vecino a endurecer sus condiciones para firmar un acuerdo con la Argentina. Además del precio, discuten los volúmenes que podrá garantizar. El gas boliviano es clave para reducir la importación de combustibles más caros.
A principios de febrero la empresa estatal IEASA (ex Enarsa) y funcionarios de la Secretaría de Energía acordaron un cuarto intermedio con la boliviana YPFB hasta el 31 de marzo en las negociaciones por una nueva adenda (la sexta) del contrato original de importación de gas hacia la Argentina, clave para que en el país haya suministro en el próximo invierno. A pocos días de que finalice ese plazo, el diálogo está estancado porque Bolivia, teniendo en cuenta el nuevo contexto internacional de suba en las cotizaciones del gas y el petróleo provocado por la guerra entre Rusia y Ucrania, endureció su posición ya que pretende una mejora en el precio que percibe por el gas, según confirmaron fuentes oficiales consultadas por EconoJournal.
El mayor contrapunto entre ambos países es por los volúmenes de gas: el gobierno argentino quiere que este año Bolivia despache más cantidad que los 14 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) que envió en el invierno del año pasado. En las negociaciones para extender el contrato (suscripto en 2006) intervienen el Ministerio de Economía y funcionarios de Presidencia. Bolivia, que al mismo tiempo está negociando envíos con Brasil, pretende entregar menos volúmenes que el despachado en el invierno de 2021.
El problema es que en los últimos años la producción boliviana de gas natural está en declino y podría no tener volúmenes suficientes para enviar a la Argentina. Según las mismas fuentes, Bolivia quiere aprovechar el contexto internacional y también pedir un mayor precio por el gas. Durante el año pasado la Argentina pagó 7,4 dólares por millón de BTU (US$/MMBTU). De todos modos, a sólo 21 días para que finalice la prórroga, primero ambos países deberían llegar a un acuerdo por los volúmenes y luego por el precio.
Estrategia fallida
La estrategia del gobierno a principios de febrero de llevar las negociaciones a un cuarto intermedio hasta el 31 de marzo a la espera de que los precios internacionales bajen después del verano europeo por el momento salió mal. La invasión de Rusia a Ucrania iniciada el 24 de febrero provocó que el precio del Gas Natural Licuado (LNG, por sus siglas en inglés) se triplique y llegue a valores históricos en Europa.
De este modo, con el precio del LNG superior a 60 US$/MMBTU, la Argentina tiene una posición de debilidad en las negociaciones con Bolivia, clave para garantizar el suministro de gas durante los meses de frío.
¿Por qué es importante un acuerdo con Bolivia?
La producción local de gas natural no alcanza para abastecer el pico de demanda durante los meses de frío porque los gasoductos están topeados. Recién ahora el gobierno lanzó la licitación para la construcción del ducto Néstor Kirchner para evacuar más gas desde Vaca Muerta. Por esta razón, la Argentina tiene que importar gas boliviano y comprar cargamentos de LNG y combustibles líquidos a un precio más elevado.
El acuerdo al que llegue la Argentina con Bolivia es clave porque todos los metros cúbicos de gas natural que no entren por Bolivia se van a tener que reemplazar con LNG o combustibles líquidos. Esto demandará más dólares que el país no tiene. Se calcula que se necesitan poco más de 60 buques con LNG para abastecer la demanda invernal de gas.
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