La industria minera local está superando de buena manera el impacto de la pandemia del covid-19. Prueba de ello es la contención de costos que han aplicado las compañías que operan en el país, según se detalla en el informe de Cochilco, con las últimas cifras disponibles. En 2020, el cash cost de la industria minera se situó en US$ 1,22 por cada libra, una reducción de un 10% respecto de 2019, y su menor nivel en toda la década .
Hay que recordar que en 2010 el indicador se situó en US$ 1,12 la libra , sin embargo, desde Cochilco advirtieron que las condiciones del negocio eran muy distintas en esa época. Según lo visto durante el último ejercicio, se trata de una reducción de 12 centavos respecto del ejercicio anterior, impulsado por 14 que disminuyeron sus costos, mientras que otras 8 los aumentaron.
Desde Cochilco explican que la pandemia afectó de manera importante una serie de factores que tienen incidencia en los costos, como el aumento del valor del tipo de cambio, que explica en un 27% los menores costos, lo que se suma a que la menor actividad económica generada por la pandemia produjo una caída en el precio de algunos insumos mineros, tales como los combustibles, energía eléctrica, materiales y ácido sulfúrico.
“De igual forma, hubo una disminución de las dotaciones, tanto propias como de contratistas, que hicieron bajar el gasto en remuneraciones. Los menores cargos por tratamiento y refinación de las fundiciones y refinerías, fue otra variable que hizo disminuir los costos. También el aumento de 27% en los precios del oro y la plata impactaron positivamente en los créditos por subproductos, que por un tema metodológico se restan a los costos”, sostiene el vicepresidente ejecutivo de Cochilco, Marco Riveros.
Sin embargo, resulta poco probable que esta tendencia de bajos costos, que ya se arrastra por tres años, se siga extendiendo, sobre todo por el alza que está mostrando el mineral y que lo llevó a su máximo histórico. Y es que existe una relación inversa entre precio del cobre y el tipo de cambio que impacta en los gastos de remuneraciones, servicios de terceros y materiales, por lo que el alza en el precio genera una disminución en el valor del tipo de cambio y, por fin, existe una presión al alza en los costos de aquellos elementos de gasto que tienen un componente en moneda nacional.
“Se debe tener presente que este es un indicador de la posición competitiva de corto plazo y se utiliza como benchmarking de gestión, y no como un indicador adecuado para el cálculo de los márgenes o utilidades de las empresas y/o sector. Con esa precisión, en el corto plazo es esperable que dada la disminución del tipo de cambio, existe una presión al alza de los costos. De igual forma, variables como el mayor precio de los combustibles, aumento de las dotaciones de trabajadores y alza en los servicios de terceros, deberían hacer que los costos aumenten”, anticipa Riveros, quien añade que si se concreta una menor producción de cobre, también impactaría de forma negativa en los costos”.