Una nueva investigación realizada por arqueólogos de la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad de Varsovia encontró que las minas de esmeraldas del Imperio Romano pueden haber caído en manos de nómadas ya en el siglo IV.
)Después de dos temporadas de excavación recientes en el sitio de Sikait, un conjunto de edificios que rodean las minas de esmeraldas del Egipto romano en el desierto oriental, los científicos notaron que algunos de los edificios estaban ocupados o incluso construidos por los blemmyes, tribus nómadas que vivían en el área en el finales del siglo IV.
El trabajo realizado en el templo principal de Sikait, el Gran Templo, también permitió al equipo de investigación documentar dos santuarios rituales perfectamente conservados, uno de los cuales contenía la última ofrenda votiva que se hizo intacta, datada entre los siglos IV y V d.C.
El grupo también excavó uno de los complejos de edificios más impresionantes, el Edificio Tripartito, que probablemente se utilizó tanto como residencia como almacén para las esmeraldas extraídas de las minas.
Mapeando las minas
En un artículo publicado en la revista Thetis, los investigadores explican que las temporadas de excavación comenzaron con un levantamiento topográfico de las zonas mineras en el que se encontraron hasta once zonas de extracción en torno a Wadi Sikait, la zona seca valle en el que se encuentra el sitio arqueológico.
Por primera vez se realizó un estudio topográfico detallado de las dos minas más importantes. Mostró que una de las minas constaba de cientos de galerías y tenía una profundidad de más de 40 metros. El estudio también permitió al equipo determinar que la minería a gran escala solo comenzó una vez que se identificaron las vetas más productivas.
Según Joan Oller Guzmán, que dirigió las excavaciones, estas operaciones incluyeron infraestructuras logísticas como pequeños asentamientos, necrópolis, rampas, caminos, áreas de trabajo y torres de vigilancia. Este tipo de organización es testimonio de la complejidad e intensidad de los procesos necesarios para extraer el berilo, el mineral del que se obtienen las esmeraldas.
11756 El ejército estuvo involucrado
Para Oller Guzmán y sus colegas, la característica más destacable de estas minas es un importante conjunto de inscripciones antiguas que permiten inferir información sobre quiénes trabajaban allí y cómo se distribuían las faenas.
Entre las inscripciones hay una de una legión romana, que demostraría por primera vez que el ejército romano estuvo directamente involucrado en la explotación de las minas de esmeraldas de Egipto “no solo para defenderlas sino también probablemente para ayudar en su construcción”, Oller Guzmán dicho.
Además de estos descubrimientos, la prospección de la zona llevó a los arqueólogos a documentar decenas de nuevos asentamientos, minas, infraestructuras e incluso una necrópolis con más de 100 tumbas, que se ha sumado al conocimiento de los antiguos ritos funerarios y las características sociales de la comunidad que vivía allí poco antes de que el sitio fuera abandonado.
En opinión del grupo, los hallazgos combinados significan un gran paso adelante en la comprensión de cómo se extraían y comercializaban las esmeraldas en los períodos grecorromano y bizantino.