Las palas son verdaderos caballos de batalla de utilidad en una mina de roca blanda. Manejan múltiples tareas, incluido el mantenimiento, el reabastecimiento, la limpieza y el desempolvado de rocas. Para ayudar a hacer el trabajo, las palas Joy 02ESV alimentadas por batería rediseñadas ofrecen una excelente comodidad para el operador y un tiempo sólido entre cargas.
Equipado con tecnología OptiDrive desarrollada específicamente para estas máquinas 240-V de próxima generación, OptiDrive puede mejorar la confiabilidad, aumentar la productividad del operador, mejorar el rendimiento del motor y ayudar a reducir los costos de mantenimiento. OptiDrive es más fácil de mantener y solucionar problemas porque tiene menos tendidos de cables.
Diseñados para ayudar a minimizar el tiempo de inactividad, estos palas cuentan con nuevos componentes electrónicos que eliminan los interruptores, y la pantalla a color brinda información operativa y de fallas en tiempo real para mantener informados a los operadores. Los módulos de entrada de unidades adicionales permiten que el sistema de control OptiDrive interactúe con sistemas de detección de proximidad de terceros.
Con menos calor y ruido en comparación con la energía diésel, la energía de la batería 240-V contribuye a mejorar las condiciones de trabajo. Estos cucharones Joy también tienen una eficiencia de motor mejorada para una mayor vida útil del motor y un desplazamiento mejorado, mientras que la ergonomía mejorada ayuda a mantener a los operadores más cómodos.
Para proporcionar mayor potencia y menor tiempo de inactividad en las aplicaciones más exigentes, las palas están equipadas con ejes de transmisión robustos de Dana configurados específicamente para la aplicación.
Para mayor durabilidad y longevidad, la sección central se ha rediseñado e incluye pasadores y cojinetes de pivote de alta resistencia. El bastidor está rigurosamente diseñado para brindar confiabilidad y transportar cargas útiles pesadas.
El nuevo ESV se presenta en tres capacidades: 3, 4 y 5 metros cúbicos.
(Este artículo apareció por primera vez en el Canadian Mining Journal)