La participación de mujeres en minería se ha duplicado la última década, tanto en la Región de Antofagasta, como a nivel nacional, en un proceso sostenido que ni siquiera se interrumpió durante la pandemia.
Sin embargo, y pese a esta buena señal, se hace necesario reforzar las estrategias de incorporación femenina a cargos en esta industria, que aún se caracteriza por ser una de las más masculinizadas del país, con cerca del 100% de presencia de hombres, según los últimos datos aportados por las empresas del sector.
Este tema fue analizado en el conversatorio “Participación de las mujeres en la industria minera y los desafíos de la academia”, organizado por la Universidad de Antofagasta, junto a RedEG, Consejo Minero, BHP y Exponor.
El encuentro, encabezado por el rector de la Universidad de Antofagasta, Dr. Luis Alberto Loyola; la seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Paulina Larrondo; y el seremi de Educación, Alberto Santander; contó con la importante presencia invitada, como la gerenta general Corporación Clúster Minero, Aurora Williams; la gerenta del Consejo de Competencias Mineras, Verónica Fincheira; la directora ejecutiva de RedEG, Lilian Denham Martini; la directora de Asuntos Comunitarios del Distrito Norte de Codelco, Irene Vega; la gerenta de Recursos Humanos de BHP, Magdalena Labbe; y la coordinadora de la Unidad Equidad e Inclusión de la UA, Fabiola Rivero.
FUERZA LABORAL
Durante la jornada se hizo un análisis de la evolución de la participación femenina en esta industria, tomando como base el estudio “Fuerza Laboral Gran Minería Chilena 2021-2030”, elaborado por el Consejo de Competencias Mineras.
Según éste, la participación femenina alcanza el 06,7% en la región y 14,3% en el país, lo que representa un dato alentador, pues, aunque sigue siendo baja, duplica la que existió en 2012 y existen expectativas de crecimiento. De hecho, el informe muestra que en el segmento de trabajadores con menos de un año de antigüedad, la participación femenina llega a 32,2%, es decir, una de cada tres nuevas contrataciones en la industria es mujer.
Sin embargo, uno de los temas que más llamó la atención durante el conversatorio es que el mismo estudio advierte que la matrícula femenina en carreras vinculadas a las disciplinas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas por su sigla en inglés) sólo llega al 32,6%, lo que dificulta y limita un progreso más rápido.
La gerenta general de CCM, Verónica Fincheira, quien presentó el estudio, apuntó que son varios los factores que explican esta cifra, pero uno de los más importantes son los estereotipos de género que limitan las decisiones vocacionales de niñas y adolescentes.
“Por un lado, desde la educación no ha existido un incentivo para que las chicas entren a estudiar carreras STEM y, por otro, desde las familias muchas veces no se estimulan elecciones vocacionales distintas a las culturalmente reconocidas a mujeres, a pesar de existir condiciones académicas para seguir carreras como mantenimiento, electricidad o mecánica”, dijo la ejecutiva.
Por su parte, la directora de la Unidad de Equidad e Inclusión de la UA, Fabiola Rivero, puso en relieve otro aspecto importante, como es la permanencia y los tiempos de egreso de las jóvenes que se matriculan en carreras ligadas al ámbito minero.
Al respecto, contó que desde que existe gratuidad en la educación superior, el número de mujeres durante que entran a carreras tradicionalmente “masculinizadas” ha ido en aumento, pero el problema se presenta el desarrollo de los estudios.
“En la UA nos hemos dado cuenta que no basta con propiciar el ingreso, sino que también tienen que existir mecanismos de acompañamiento para que esas mujeres efectivamente logren egresar, en la medida que tengan el mérito universitario para ello. Por eso, estamos diseñando sistemas de cupos protegidos en el ingreso y acompañamiento protegido para estas mujeres que se ven en menor cantidad en carreras vinculadas al área STEM”, adelantó.
BUSCAR SOLUCIONES
La directora ejecutiva de RedEG, Lilian Denham, manifestó que el tema de la participación femenina ha ido evolucionando “desde la etapa de aceptar que existe un problema, a la de buscar sus soluciones”, y en ese contexto aseguró que hoy lo que se observa es que “en muchas compañías hay más claridad respecto al valor que tiene para las organizaciones alineales sus objetivos y políticas en función de la igualdad de género”.
Christel Lindhorst, gerenta de comunicaciones del Consejo Minero, planteó a su vez que una de las tareas más urgentes está a nivel formativo y familiar, e hizo notar que para mejorar las cifras “es necesario que las niñas vean en el sector minero una oportunidad para desarrollarse”.
En tanto, el seremi de Educación, Alberto Santander, planteó que desde el sector público se están promoviendo jornadas de educación no sexista con ejes de equidad, igualdad y paridad entre hombres, mujeres y diversidades sexuales, pues, al tratarse de un tema cultural, es importante trabajarlo desde la base y con enfoque diverso.
“Sabemos que este es un tema cultural, y como tal, depende de muchas áreas, por eso nosotros como ministerio estamos trabajando de manera intersectorial, para desarrollar esto lo más rápido posible, trabajando desde las edades más tempranas, pero también en los formadores, asistentes, en las familias y en la educación superior, que es muy importante”, aseveró.
Finalmente, la Seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Paulina Larrondo, valoró el espacio e invitó a los distintos actores presentes en el conversatorio a continuar trabajando por acortar las brechas de género que están limitando la incorporación de las mujeres al sector minero y energético, haciendo énfasis en el fomento de la corresponsabilidad como un factor relevante para el éxito de este desafío.