Dado que el litio se requiere para fabricar baterías recargables, la demanda por este mineral se multiplicó en el último decenio, con el auge de las computadoras portátiles y los smartphones.
Se proyecta que las ventas anuales de baterías hechas de iones de litio alcancen un valor de $100,000 millones de dólares en 2029 y alrededor de $116,000 millones en 2030, según Bloomberg New Energy Finance.
Así, los países con reservas de litio despliegan estrategias para sacar ganancias del alto potencial que se presenta, entre ellos México.
El hallazgo de un yacimiento en la localidad Bacadéhuachi, en la sierra alta de Sonora, por la empresa canadiense Bacanora Lithium y la china Ganfeng Lithium, que en conjunto desarrollan el proyecto Sonora Lithium, cuenta con reservas probadas de 243.8 millones de toneladas de litio y tendrá como su principal destino de venta el mercado asiático.
Con esta cifra, Sonora Lithium superaría con holgura los 21 millones de toneladas encontradas en el yacimiento del salar de Uyuni, en Bolivia.
Para dimensionar el tamaño que tendrá el yacimiento mexicano en manos de esas empresas, según datos de Statista, un portal alemán de estadísticas, durante 2018 el país que produjo la mayor cantidad de litio fue Australia, con un total de 51,000 toneladas, seguido de lejos por Chile, con 16,000; China, 8,000 y Argentina, 6,200 toneladas, sin contar los datos de Estados Unidos (EU) por no ser públicos.
Si bien las reservas de México todavía no están certificadas, el tamaño del yacimiento hallado en Sonora — es el mayor depósito en desarrollo en todo el mundo— colocó al país en el radar de los inversionistas globales de litio.
Con una inversión de $420 millones de dólares compañía se encamina a iniciar la producción en su proyecto en México en 2022, a pesar de las interrupciones del Covid-19, dice Oliver O’Donnell, director de investigación de VSA Capital, y podría beneficiarse del impulso de una recuperación verde tras la pandemia, que podría estimular el crecimiento del mercado de vehículos eléctricos, según el analista.
El proyecto será el primero en producir volúmenes significativos de litio en México. Se estima que de inicio la producción se aproximará a 17,500 toneladas anuales de carbonato de litio, que se duplicarán a 35,000 toneladas a partir de 2026, luego de una expansión proyectada en su inversión de $380 millones de dólares.