Los legisladores chilenos votarán una nueva iniciativa que busca redactar un proyecto de ley de protección de los glaciares del país, una medida que podría obstaculizar el desarrollo de proyectos mineros en el principal país productor de cobre del mundo.
Los miembros del Senado de la oposición están pidiendo a la Comisión Parlamentaria de Minería que presente la propuesta de ley «tal como está», informó el diario local El Mercurio. Afirman que las empresas mineras han presionado con éxito para retrasar la Ley de Protección de Glaciares durante años, y agregaron que Chile necesitaba urgentemente un marco legal contra los delitos ambientales.
Dicha ley protegería los glaciares del país, incluidos los que no figuran en el sistema nacional de áreas silvestres protegidas.
En 2014, se presentó un proyecto de ley en el Congreso para prohibir ciertas actividades industriales peligrosas cerca de los glaciares. La propuesta sufrió varias modificaciones antes de ser finalmente abandonada por el primer gobierno del actual presidente de derecha Sebastián Piñera.
Los ecologistas argumentan que deben protegerse las masas de hielo gigantes para garantizar que las generaciones futuras tengan acceso a agua dulce.
Chile alberga el 82% de los glaciares de América del Sur, la mayoría de los cuales ya están retrocediendo debido a las temperaturas más altas vinculadas al calentamiento global.
Casi siete millones de personas que viven en la capital Santiago dependen de los glaciares para alimentar la mayor parte de su suministro de agua en tiempos de sequía. Aproximadamente las tres cuartas partes de los 19 millones de habitantes del país viven en áreas cuyo suministro de agua depende en gran medida de los glaciares.
Una ley de protección de glaciares podría dificultar la construcción de grandes proyectos mineros en lo alto de los Andes o implicar mayores costos para cumplir con las regulaciones.
La semana pasada, el tribunal ambiental de Chile puso el último clavo en el ataúd del proyecto gigante de oro y plata Pascua-Lama de Barrick Gold, que se extiende a ambos lados de la frontera con Argentina. La empresa había estado en suspenso desde 2013 por preocupaciones ambientales, incluida la incapacidad de la minera canadiense para monitorear adecuadamente los glaciares que rodean el proyecto en el lado chileno.