El cobre amplió su rebote el viernes, ya que los temores de recesión mundial se atenuaron y los inversores se centraban en los bajos inventarios y las amenazas a la oferta.
A las 1000 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) subía un 0,6%, un 7.774 dólares la tonelada, tras ganar un 0,7% de la sesión anterior.
El cobre se ha recuperado de tres días de pérdidas provocadas por los débiles datos de las fábricas mundiales y el recrudecimiento de las tensiones entre Estados Unidos y China tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, taiwanesa.
El metal utilizado en la energía y la construcción se ha desplomado un 24% desde que tocó un máximo histórico de 10,845 dólares en marzo.
“Para que se produzca un desplome de los precios, la recesión mundial tendrá que estar sincronizada, pero no lo estamos viendo. Sólo Europa está en recesión, mientras que China se ha estabilizado”, dijo Gianclaudio Torlizzi, socio de la consultora T-Commodity en Milán.
Las autoridades chinas están inyectando estímulos a la economía y poniendo en marcha proyectos de infraestructuras con gran intensidad de metales para impulsar el crecimiento económico.
El contrato del cobre para septiembre más negociado en la Bolsa de Futuros de Shanghái avanzó un 1,5%, hasta los 60 .50 yuanes (8.938,66 dólares) la tonelada.
En otros metales básicos, el aluminio en la LME subía un 1,4%, a 2.435,60 dólares la tonelada; el níquel ganó un 0,6%, un 22.350 dólares; el estaño avanzó un 0,8%, a 22.750 dólares; el zinc bajaba un 0,4%, a 3.435,50 dólares; y el plomo cedía un 0,3%, a 2.22 dólares.
Reuters