Investigadores de la Universidad de Tokio y la Universidad de Kyushu han desarrollado una fuente sísmica ultracompacta de escala centimétrica que permite el seguimiento continuo de las reservas de carbono.
En un artículo publicado en la revista Seismological Research Letters, los científicos explican que las características subterráneas, como los depósitos de carbono, se pueden monitorear usando ondas sísmicas, ya sea generadas por terremotos o por fuentes artificiales.
Pero el monitoreo sísmico generalmente requiere maquinaria grande y costosa, lo que hace que el monitoreo continuo a las escalas necesarias para los depósitos de carbono sea prohibitivo y prácticamente desafiante.
Aquí es donde entra en juego su fuente sísmica activa portátil (PASS). El dispositivo fue diseñado para usos extraterrestres, como la investigación geofísica en la luna y Marte, pero también puede tener un buen uso en la tierra.
“Debido al pequeño tamaño del dispositivo, las vibraciones que produce son relativamente débiles, pero cuando estas vibraciones se producen continuamente, las señales resultantes se pueden apilar, lo que permite la transmisión a largas distancias”, dijo Takeshi Tsuji, autor principal del estudio. “Con un motor de cuatro centímetros, la señal podría transmitirse un kilómetro, la escala necesaria para monitorear los estratos utilizados para almacenar dióxido de carbono”.
El tamaño pequeño de PASS hace que sea fácil de implementar en una variedad de ubicaciones, incluidas las minas. También es más asequible que las fuentes sísmicas convencionales, que suelen tener varios metros de tamaño. El dispositivo compacto puede funcionar con una batería de automóvil de 12 voltios e incluso puede desplegarse con un dron en áreas que de otro modo serían inaccesibles.
Los investigadores probaron el PASS en dos sitios de campo, uno en la orilla de un río y otro en un terraplén de relaves en un área minera. Según Tsuji, el sistema tiene un gran potencial para varias aplicaciones científicas y de ingeniería, incluido el monitoreo de posibles desastres, como deslizamientos de tierra y volcanes, y estructuras de imágenes como túneles, represas y terraplenes.
“La asequibilidad y la practicidad del monitoreo continuo del subsuelo utilizando esta tecnología PASS recientemente desarrollada, que permite la detección de cambios repentinos en los reservorios que podrían provocar fugas de CO2, lo hacen particularmente valioso para el desarrollo de proyectos de secuestro de carbono”, dijo el científico. «Esta mejora de su seguridad también puede fomentar la aceptación pública de estos y otros proyectos de geoingeniería».