Las mayores mineras de carbón de Estados Unidos están viendo cómo se disparan sus ingresos a medida que la demanda mundial del combustible fósil más sucio lleva los precios a máximos históricos.
Peabody Energy, el mayor productor de carbón de EE.UU., vio cómo las ventas del segundo trimestre se dispararon un 38% hasta los 1.320 millones de dólares, la mayor cifra desde 2018, dijo la compañía en un comunicado el jueves. Arch Resources informó de unos ingresos de 1.130 millones de dólares, más del doble del total de un año antes y el mayor desde 2011.
Los resultados se producen un día después de que los legisladores estadounidenses anunciaran un acuerdo de gasto innovador que incluye 370.000 millones de dólares para luchar contra el cambio climático, pero también pide un aumento de las ventas de arrendamiento en tierras federales para la perforación de petróleo y gas. El senador Joe Manchin, demócrata del estado de Virginia Occidental, donde el carbón es muy importante, ha sido uno de los que se ha mantenido al margen de las negociaciones prolongadas.
Las acciones de Peabody subían un 4% a las 9: 38 de la mañana en Nueva York. Arch Resources cayó un 5,2% tras reducir sus previsiones sobre el volumen de ventas para 2022.
Peabody dijo que las ganancias en el trimestre fueron “debido a los mayores precios realizados en cada segmento”. Las mineras estadounidenses se enfrentan a una fuerte demanda interna ya un aumento de las exportaciones históricas, con unos ingresos reforzados por unos precios que han alcanzado máximos en Estados Unidos, Europa y Asia.
La crisis energética mundial ha impulsado la demanda de combustibles fósiles en todo el mundo, haciendo subir los precios. El gas natural costoso ha estimulado la demanda de carbón, pero la oferta escasa ha provocado un aumento de los precios. La tendencia iniciada hace casi un año recibió un gran impulso tras el inicio de la guerra en Ucrania en febrero, lo que llevó a los países a prohibir las importaciones de carbón ruso ya aumentar aún más la demanda de proveedores como Peabody y Arch.
La guerra en Europa está impulsando aún más la demanda, ya que Rusia amenaza con limitar los envíos de gas a la región, lo que lleva a los productores de energía a depender en mayor medida del carbón. Según la Agencia Internacional de la Energía, el consumo mundial de este año va a igualar el récord de 2013.
Bloomberg