La cooperación entre la UNAL Sede Medellín y Libero Cobre favorecerá, por primera vez en la historia, la producción y transformación de cobre proveniente de un depósito colombiano, para lo cual se realizarán investigaciones colaborativas.
El cobre se obtiene de minerales como la azurita y la malaquita, que deben pasar por un proceso de transformación hasta su forma metálica; por eso el objetivo de los primeros análisis será estudiar en laboratorio la obtención de cobre presente en 50 kilos de pulpa cuprífera proveniente de testigos de perforación obtenidos durante la exploración del Proyecto de Cobre Mocoa, el recurso más grande de cobre del país, y Libero Cobre se encargará de adelantar los estudios y diseños de dicha iniciativa.
Estos análisis son el primer paso para asegurar una cadena de producción de cobre en Colombia, en donde hoy solo se realiza su extracción minera. Después se adelantarán investigaciones orientadas a la aplicación industrial mediante procesos metalúrgicos como la biolixiviación, técnica que extrae metales de los minerales a través de microorganismos como bacterias.
Aunque los primeros pasos se realizarán en laboratorio, el proceso es esencial porque potencialmente se trataría de la primera producción de cobre proveniente de un depósito colombiano. Así pues, este trabajo posicionará a la UNAL como líder en la búsqueda de soluciones para el suministro de materias primas apetecidas en todo el mundo para llevar a cabo la transición energética.
Modelo de cooperación empresa-Universidad
Para producir energía no basada en hidrocarburos se necesitan elementos como motores, automóviles y generadores eléctricos, que son alternativas a la generación de energía con petróleo.
De ahí que la profesora Verónica Botero Fernández, decana de la Facultad de Minas de la UNAL Sede Medellín, enfatice en que “este modelo de cooperación empresa-Universidad es el inicio de una colaboración que impactará directamente en el proceso de la transición energética que requieren la región y el país”.
A pesar de que Colombia cuenta con depósitos de minerales, importa todo el cobre que consume; se estima que cada año llegan del extranjero 55.000 toneladas de cobre en productos de primer uso, con un valor estimado de 440 millones de dólares.
Actualmente el cobre es uno de los metales más apetecidos. Según la Agencia Internacional de Energía, para 2030 la alta demanda implicará que el mercado se multiplique casi por siete.
Según Ian Harris, presidente y CEO de Libero Cobre, “el cambio de las materias primas que impulsan la economía mundial es necesario porque la cantidad de petróleo es limitada y por la crisis climática”.
“Las nuevas fuentes de energía provienen de metales, y el cobre es el más importante de todos, pues se diferencia de los demás en que no produce energía, sino que la conduce, por eso lo llaman ‘metal verde’ o el ‘nuevo petróleo’”.
En este sentido, Libero Cobre lanzó en Mocoa la “Ruta Verde”, con el objetivo de posicionar al país en la producción de sistemas de energía y tecnologías limpias. Además de la UNAL, en la Ruta participarán empresarios e instituciones como el Instituto Tecnológico del Putumayo. De igual modo, a través de ella se proyecta producir en el país motores eléctricos (actualmente importados desde China) que se pueden usar en fábricas colombianas.
El convenio entre la UNAL y Libero Cobre también incluye un acuerdo de cooperación interinstitucional para realizar trabajos de investigación, programas de educación continua (conferencias, diplomados, talles, cursos, etc.) y adelantar prácticas universitarias, todo con el fin de generar conocimiento científico en torno al cobre y la industria de la transición energética.
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