Los precios del cobre caían el jueves junto con otros activos considerados de riesgo, ante el temor de que los crecientes casos de COVID-19 en todo el mundo afecten el crecimiento global y la demanda por metales.
A las 0940 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) cedía un 0,4% a 6.687 dólares la tonelada. El metal ha repuntado un 50% desde los mínimos de 45 meses a los que cayó en marzo.
Las acciones globales y los precios del crudo también operaban a la baja, mientras los gobiernos de toda Europa endurecían las medidas para combatir los contagios.
El cobre en la LME alcanzó el 21 de septiembre su nivel más alto en más de dos años y desde entonces los precios se han movido entre los 6.300 y los 6.900 dólares.
“Para el cobre, los fundamentos han sido bastante resilientes, principalmente gracias a la recuperación de China, y el suministro también ha sido un gran factor desencadenante”, afirmó Xiao Fu, estratega de Bank of China International.
“Pero queda mucha incertidumbre en el frente macro, incluyendo lo que rodea las elecciones de Estados Unidos y preocupaciones sobre la recuperación en el resto del mundo”.
Los precios del cobre eran presionados también por la falta de avances en un nuevo plan de alivio por el coronavirus en Estados Unidos antes de las elecciones del 3 de noviembre.
Los mercados además eran impactados por un dólar más fuerte, que encarecía las materias primas para los tenedores de otras divisas.