Rio Tinto nombró el jueves al director financiero Jakob Stausholm como su próximo CEO, desafiando las apuestas por un candidato externo para reparar su imagen después de la destrucción de cuevas sagradas aborígenes en Australia.
Aunque legal, la destrucción de estas cuevas de 12.000 años de antigüedad en el desfiladero de Juukan levantó indignación en la opinión y en sus inversores, provocando finalmente la dimisión, no sólo del anterior jefe Jean-Sebastien Jacques, sino también de dos diputados.
Una investigación parlamentaria ha exigido a la empresa que compensa a los aborígenes australianos afectados por la destrucción y que además reconstruya completamente las cuevas.
Fuente: LA Tercera