El precio del cobre cayó el lunes debido a que protestas callejeras sin precedentes en ciudades de China amenazaron con frenar aún más la ya de por sí débil actividad económica en el país responsable de más de la mitad del consumo mundial de metales básicos.
El cobre para entrega en marzo cayó 1% en el mercado Comex de Nueva York, llegando a $3.240 por libra o $7,915 por tonelada. El metal líder ahora ha bajado 19% desde que alcanzó máximos históricos en marzo y una nueva encuesta de más de 15 bancos de inversión y casas de investigación económica ve pocas perspectivas de salir del mercado bajista.
FocusEconomics, una empresa de investigación independiente con sede en Barcelona, dice que la demanda de cobre y metales industriales debería mantenerse bastante débil durante la primera mitad del próximo año «como las tasas de interés mundiales alcanzan su punto máximo y es probable que la economía de China siga agobiada por la caída de la propiedad y el covid-19.”
El pronóstico de consenso para los precios promedio del cobre en 2023 está por debajo de los niveles actuales en alrededor de $ 7, 660 por tonelada, según FocusEconomics con la predicción más baja de solo $ 5, 240 por tonelada y el extremo superior en $ 8, 775 por tonelada.
En 2023 se espera que los precios promedien $8,10 por tonelada, con la predicción más bajista por debajo de $ 5, y el $ más alto , 750 por tonelada.
FocusEconomics cita a Goldman Sachs diciendo que los inventarios mundiales históricamente bajos de cobre podrían impulsar los precios en el corto plazo:
“Mientras atribuiría un beneficio limitado a la trayectoria esperada de la demanda final de cobre el próximo año desde reapertura per se, la posibilidad de que se produzca una reposición de existencias significativa en los efectos de la confianza seguiría teniendo una implicación alcista significativa dado que las existencias mundiales visibles ahora se sitúan justo por debajo de 59kt, el nivel más bajo para este punto en el año desde 2006.
“Estimamos que si China aumentara sus existencias en términos de consumo de la actual 1 semana a las 3 semanas observadas durante la era inmediatamente anterior al covid, eso impulsaría la demanda física de China en cerca de 660kt el próximo año.”
La perspectiva a largo plazo también es alcista, con The Economist Intelligence Unit comentando que “la inversión insuficiente en proyectos de futuros para ajustar los fundamentos subyacentes en la segunda mitad de la década”:
“Aunque las recientes expansiones de minas y fundiciones visto interrupciones mínimas, mantenemos nuestra opinión de que es probable que persistan factores como el nacionalismo de los recursos y una supervisión ambiental más estricta en el a largo plazo, lo que genera preocupaciones de que los nuevos proyectos mineros y las expansiones planificadas de fundición serán insuficientes para satisfacer la demanda futura”.