Sin prácticas de minería climáticamente inteligente, los impactos negativos de las actividades mineras aumentarán, afectando a las comunidades ya vulnerables de los países en desarrollo, así como al medioambiente en el que operan.
El caso de América Latina
Pero ya se empiezan a ver muchas de estas acciones de minería sostenible, especialmente en países de América Latina.
En Perú, el proyecto minero Quellaveco, al sur del país, se ha convertido en el primero en iniciar la transformación de su matriz energética. Anglo American y ENGIE Energía Perú firmaron un contrato para suministrar al proyecto energía de fuentes renovables en su etapa operativa. La electricidad provendrá de fuentes de energía renovable, en especial de la futura central eólica Punta Lomitas.
Esta iniciativa a favor de energías limpias se suma a otras operaciones del Grupo Anglo American en países como Chile y Brasil. “Nuestra meta es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar nuestra eficiencia energética en un 30 % para el 2030, apuntando a que todas nuestras minas en el mundo sean carbono neutrales hacia el año 2040”, sostiene la compañía.
Los proyectos sostenibles en minería son cada vez más frecuentes. Por ejemplo, la misma compañía minera antes citadaa ha contratado a Williams Advanced Engineering para desarrollar un volquete minero que funcione con hidrógeno. Se trata de un camión minero de transporte eléctrico que será el más grande del mundo con esta tecnología. Estará propulsado por un módulo de pila de combustible de hidrógeno que trabajará de forma conjunta con un sistema de baterías de litio para sustituir al motor diésel.
En Sudáfrica, Harmony Gold Mining Co., una de las mayores mineras de oro del mundo, puso en marcha ya hace unos años el primer proyecto de bioenergía en una propiedad minera del país. El objetivo del proyecto es cultivar plantas energéticas -remolacha azucarera y Hierba Rey Gigante- en terrenos contaminados por las minas para restaurar y rehabilitar la tierra.
Al otro lado del mundo, en Kiruna (Suecia), se están realizando pruebas para establecer un nuevo estándar mundial para la minería sostenible. LKAB -compañía minera sueca dedicada a la extracción de hierro- ha pedido que los vehículos eléctricos de batería líderes en la industria (de Epiroc) sean probados para futuras operaciones libres de dióxido de carbono. Los vehículos se están utilizando en la mina Konsuln, una especie de banco de pruebas en minería subterránea.
El pedido surgió como resultado del proyecto colaborativo Sustainable Underground Mining (SUM), donde las empresas participantes han formado una alianza para lograr el objetivo de establecer un nuevo estándar mundial para la minería sostenible a grandes profundidades.
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