Los precios del oro se negociaban estables el viernes, ya que el optimismo sobre la distribución de una vacuna contra el COVID-19 era contrarrestado por la preocupación de los mercados en torno al incremento acelerado de las infecciones en el mundo.
El oro al contado cotizaba casi sin cambios en 1.879,3 dólares la onza a las 1017 GMT, pero se aprestaba a terminar la semana con declive de 3,7%, su mayor pérdida semanal desde septiembre, debido a que la euforia por la vacuna de Pfizer Inc redujo la demanda de activos de refugio.
Los futuros del oro en Estados Unidos subían 0,1% a 1.875,50 dólares la onza.
“El oro ha repuntado por la pandemia y porque los casos de COVID-19 en el mundo siguen aumentando. El optimismo del mercado por una vacuna y la confianza en activos de más riesgo han disminuido”, dijo Xiao Fu, analista internacional de Bank of China.
El oro perdió un 4,6% el lunes, su mayor descenso diario desde el 11 de agosto, luego de que la farmacéuticas Pfizer y BioNTech SE anunciaron que su vacuna experimental arrojó una efectividad mayor al 90% para evitar contagios de COVID-19, según los datos preliminares de su ensayo a gran escala.
Entre otros metales preciosos, la plata ganaba 0,1% a 24,24 dólares la onza; en tanto que el platinoavanzaba 0,8% a 886,80 dólares la onza; y el paladio sumaba 0,7% a 2.348,43 dólares la onza.