«El enigma del Río Rojo de Cusco: Misteriosos secretos detrás de su color vibrante»
El río Rojo, situado en la provincia de Canchis, Pitumarca, en el departamento de Cusco, es un fascinante fenómeno natural que ha desconcertado a muchos. Su distintivo color rojizo se atribuye a la interacción del agua con las rocas ricas en minerales de hierro que dominan la zona. Este río, cercano a la famosa Montaña de 7 Colores de Palccoyo, es un espectáculo visual único que atrae la atención de los visitantes por su tonalidad inusual.
Según el boletín Geología del cuadrángulo de Ocongate del Ingemmet, se identificó que las formaciones Vilquechico y Auzangate son responsables de la peculiar apariencia del río. Estas formaciones geológicas exhiben una variedad de colores, desde rosados hasta rojos violáceos, debido a la presencia de areniscas cuarzosas, arcósicas y lutitas en la zona. Los resultados geoquímicos de los boletines Litogeoquímica de la subcuenca Apurímac y Litogeoquímica de la subcuenca Santo Tomás revelan la abundancia de minerales de hierro y manganeso en estas formaciones rocosas.
La interacción entre el agua y las rocas en entornos fluviales conlleva la formación de hidróxidos y óxidos de hierro de tonalidades rojizas, que se depositan en los lechos de los ríos, creando el característico color rojo del río. Este fenómeno no solo se observa en el río Rojo de Cusco, sino que también se puede apreciar en otras áreas como San Gabán en Puno. La magia de la naturaleza se revela a través de estos procesos geológicos que dan vida a paisajes sorprendentes y llenos de misterio.