El mercado del cobre se encuentra en ebullición con precios en máximos de dos años, alimentado por la escasez de suministro y las expectativas de una creciente demanda en China, el principal consumidor mundial de este metal estratégico.
El cobre, cotizado en la Bolsa de Metales de Londres (LME), ha experimentado un ascenso del 0,8%, situándose en 9.986 dólares por tonelada y alcanzando recientemente los 10.118 dólares. La perspectiva de déficits de oferta este año y en el futuro, impulsados por la creciente demanda de vehículos eléctricos y tecnologías emergentes como la inteligencia artificial, ha avivado el interés de los inversores en este metal esencial.
Las negociaciones entre BHP y Anglo American, que podría resultar en una entidad que controlaría el 10% del suministro global de cobre, han generado expectativas en el mercado. Además, las recientes medidas de apoyo económico en China, junto con la flexibilización de restricciones en la compra de viviendas en ciertas regiones, han contribuido a fortalecer el atractivo del cobre en la LME.
En el panorama de otros metales básicos, el aluminio, zinc, plomo, estaño y níquel también experimentan movimientos en sus precios, reflejando la dinámica cambiante de los mercados de materias primas en un contexto de creciente demanda y escasez de suministro.