Hoy, en un contexto clave para la industria minera, la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) se presentó ante los diputados de San Juan para discutir la imperiosa necesidad del Régimen de Incentivo a la Generación de Inversiones (RIGI). Este modelo no solo promueve un entorno de inversión más seguro, sino que también es crucial para recuperar la confianza de los inversores, fortaleciendo así la competitividad de Argentina frente a otras naciones mineras.
El presidente de CAEM, Roberto Cacciola, fue enfático al abordar cómo el RIGI puede transformar el panorama fiscal del país. “Argentina no es competitiva tributariamente”, afirmó, subrayando que el sistema actual no solo impone altas tasas, sino que grava la producción en lugar de la rentabilidad. Con una presión tributaria que supera el 53% para la minería, comparado con el 36-37% en Chile y el 43-44% en Perú, es evidente que la balanza debe ajustarse para fomentar un clima de negocios más atractivo.
Cacciola también enfatizó que el RIGI ofrece un periodo acotado de adhesión para las empresas, lo que podría acelerar las decisiones de inversión. Este elemento es crucial en un sector donde la proactividad es fundamental para aprovechar oportunidades de crecimiento. La propuesta atrae la atención de diversas cámaras y organizaciones del sector, resaltando la importancia de la colaboración entre diferentes actores y el compromiso con la mejora continua del entorno económico.
El encuentro no solo reunió a CAEM, sino que también contó con la participación de la Cámara Argentina de la Construcción, la Cámara de Servicios Mineros, y otras entidades significativas. Este amplio espectro de representantes subraya la urgencia y el interés colectivo en establecer condiciones que permitan a la minería argentina destacar en un mercado global cada vez más competitivo. La implementación del RIGI podría ser el catalizador que impulse a la industria hacia un futuro brillante, marcado por la confianza y el crecimiento sostenible.