Los precios del cobre han experimentado un descenso del 0,9%, situándose en 9,063 dólares por tonelada, justo por encima de la media móvil de 200 días de 9,060 dólares, un nivel crucial de soporte. Este cambio se produce tras el anuncio de BHP, el gigante minero, de que la huelga en la mina Escondida en Chile, que había suscitado preocupaciones sobre la oferta mundial de este metal, terminaría en el transcurso del día. Después de un periodo de tensión en el mercado, la finalización de este conflicto trae alivio a los inversores y analistas que se habían mostrado inquietos por posibles interrupciones en el suministro.
Es importante destacar que Escondida, la mayor mina de cobre del mundo, representa cerca del 5% de la oferta global en 2023. A pesar de que la huelga de este año solo duró tres días, las comparaciones con el paro de 44 días en 2017 son inevitables; aquel evento había llevado a un notable aumento en los precios del cobre. Aunque esta vez las inquietudes fueron pasajeras, la reciente actividad del mercado refleja una mayor estabilidad, marcando un avance semanal del 2.3%, el primero en seis semanas, impulsado en parte por este alivio.
El panorama del cobre también se ve influenciado por el crecimiento en las existencias del metal en los almacenes de la Bolsa de Metales de Londres (LME), que han casi triplicado sus niveles en los últimos tres meses. Con un aumento de 1,600 toneladas que sitúa las reservas en un total de 309,050 toneladas, el mercado observa con atención cómo esto podría impactar en los precios a corto plazo. En contraste, los inventarios en la Bolsa de Futuros de Shanghái han visto una disminución del 8.4% esta semana, destacando las dinámicas cambiantes que afectan el comercio internacional del cobre.
A nivel macroeconómico, los recientes datos positivos sobre las ventas minoristas y el empleo en Estados Unidos han ayudado a mitigar las preocupaciones sobre una posible recesión, aliviando la presión sobre los precios de los metales básicos en las últimas semanas. En este contexto, otros metales como el aluminio, estaño, zinc, plomo y níquel también han visto descensos en sus precios, un signo de las fluctuaciones actuales en el sector de los metales. Sin duda, el fin de la huelga en Escondida es un indicador de que un momento de tranquilidad podría estar a la vista, aunque el mercado seguirá vigilante ante futuras señales de cambio.