La producción de petróleo y condensado en Bolivia ha sufrido un golpe significativo, con una caída del 54% desde 2014, lo que ha llevado al país a aumentar la importación de combustibles y enfrentar serios problemas de liquidez en dólares. Conscientes de esta realidad, Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha lanzado un Plan de Reactivación del Upstream (PRU) que contempla el desarrollo de 56 proyectos exploratorios destinados a revertir esta preocupante tendencia y dinamizar la producción de hidrocarburos en el país.
En un mensaje transmitido a la nación, el presidente Luis Arce subrayó la falta de inversión en exploración y descubrimiento de nuevos campos como una de las causas del deterioro en la producción. Destacó que campos emblemáticos como Margarita, Incahuasi, Sábalo, San Alberto y Yapacaní han visto una reducción progresiva en su capacidad de producción, un fenómeno que comenzó tras la nacionalización de los hidrocarburos cuando se descuidó la inversión en nuevas exploraciones.
Arce explicó que el campo Margarita, por ejemplo, que alcanzó su pico de producción en 2016 con 6.559 millones de metros cúbicos, ha disminuido su output a 4.000 millones, reflejando una tendencia alarmante. Esta disminución en la actividad productiva no solo ha incrementado la dependencia de importaciones, sino que también ha resaltado la urgencia de revitalizar la industria hidrocarburífera de Bolivia.
Con el lanzamiento del PRU, YPFB busca no solo estabilizar la producción actual, sino también sentar las bases para un crecimiento sostenible y duradero en el sector. Este ambicioso plan podría marcar un punto de inflexión en la historia energética del país, ofreciendo una oportunidad única para recuperar la autosuficiencia y asegurar un futuro más próspero en la economía boliviana. Con un enfoque renovado en la exploración y la inversión, las perspectivas podrían cambiar drásticamente, llevando a Bolivia hacia una nueva era de desarrollo energético.