Bolivia se posiciona firmemente en la senda de la transición energética al celebrar el éxito de su primera Planta de Biodiésel, que desde su inauguración ha producido más de 5.9 millones de litros de este combustible ecológico. Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) ha informado que la Planta de Biodiésel I está en operación plena, procesando diariamente alrededor de 270,000 litros de aceite de soya, equivalente a 250 toneladas. Este avance no solo representa una apuesta por las energías limpias, sino también un hito en el desarrollo sostenible del país.
El impacto de la Planta de Biodiésel va más allá de las cifras. Como bien destacó YPFB, esta instalación no solo produce energía limpia, sino que también fomenta el crecimiento económico local, genera empleo y reduce significativamente las emisiones de carbono. Al disminuir la dependencia de las importaciones y reducir las subvenciones estatales al diésel, Bolivia está asegurando su suministro energético y fortaleciendo su seguridad energética, un aspecto crucial para el desarrollo nacional.
El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, confirmó que la Planta de Biodiésel está resultando en un ahorro considerable de recursos para el Estado. Inaugurada en marzo de este año en Santa Cruz, esta planta es solo el comienzo de una serie de iniciativas energéticas que se expandirán a lo largo del país. Con la segunda Planta de Biodiésel programada para abrir sus puertas a finales de 2024 en El Alto, Bolivia está allanando el camino hacia una matriz energética más diversificada y sostenible.
Además, el Gobierno planea construir una Planta de Diésel Renovable (HVO) en Santa Cruz, que se espera esté operativa para 2026. Este esfuerzo por implementar tecnologías sostenibles implica el uso de aceites vegetales y grasas animales como materias primas, lo que refuerza el compromiso del país con la ecología y la reducción de huella de carbono. “La Planta HVO nos permitirá ahorrar entre el 46 y 47 por ciento del consumo de diésel”, afirmó Montenegro, subrayando la importancia de estas iniciativas no solo desde una perspectiva ambiental, sino también desde el punto de vista económico. Bolivia está no solo transformando su sector energético, sino asegurando un futuro más limpio y próspero para las generaciones venideras.