El oro ha alcanzado recientemente un nuevo hito, rompiendo récords históricos gracias a un ambiente económico propicio y tensiones geopolíticas. A pesar de una leve caída del 0,2%, que posiciona su precio en 2,652.99 dólares la onza, la tendencia alcista del oro ha sido notable, con un aumento superior al 28% en lo que va del 2024. Este fenómeno se ha visto impulsado en gran parte por los recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, que han generado un entorno favorable para este activo refugio.
El último gran impulso en el precio del oro vino tras el recorte de 50 puntos básicos de la Fed la semana pasada, lo que llevó a los inversores a especular sobre un próximo recorte en noviembre. La herramienta FedWatch de CME indica que hay un 59% de probabilidad de que esto ocurra, lo que eleva aún más el atractivo del oro, especialmente en un contexto donde los activos tradicionales no ofrecen intereses. Sin embargo, como señala Daniel Pavilonis, estratega senior de mercado, algunos inversores han decidido recoger ganancias después del máximo histórico alcanzado en 2,670.43 dólares.
La sed del oro no solo se alimenta de políticas monetarias laxas, sino también de condiciones geopolíticas que incitan a la cautela entre los inversores. Este contexto ha creado un entorno donde el oro se posiciona no solo como un refugio seguro, sino también como una apuesta estratégica frente a posibles crisis económicas. Phillip Streible, estratega jefe de mercado, sugiere que si las condiciones laborales continúan debilitándose y la Fed confirma más recortes, podríamos ver el oro alcanzar niveles de 2,700 dólares por onza en un futuro cercano.
En el mercado de metales preciosos, otros activos también están en movimiento: la plata ha experimentado una caída del 1.6%, mientras que el platino ha ganado un 0.5%. En contraste, el paladio ha registrado una pérdida del 1.9%. A medida que los inversores continúan monitoreando las señales del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, y los próximos datos de inflación, el escenario está preparado para un apasionante capítulo en la historia del oro y otros metales preciosos.