El panorama de la pequeña minería en Chile se encuentra en un momento crucial tras el reciente acuerdo de la Comisión de Minería y Energía para llevar a cabo una sesión especial que analice su futuro. Este movimiento se da en medio de la controversia generada por la venta del 10% de la mina Quebrada Blanca, realizada por la Empresa Nacional de Minería (Enami) a Codelco, una decisión que ha levantado serias inquietudes sobre la salud económica y operacional de la pequeña minería en el país. Con la espalda contra la pared, los legisladores buscan discutir cómo esta transacción podría impactar a los pequeños y medianos mineros.
En una reciente sesión, la ministra de Minería, Aurora Williams, y el vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván Mlynarz, defendieron la venta argumentando que era una medida necesaria para mitigar la deuda de la empresa. Sin embargo, las explicaciones no fueron bien recibidas por todos. Jorge Riesco, presidente de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami), criticó la decisión al señalar que la venta fue realizada por debajo del valor de mercado y alegó falta de transparencia en el proceso. Mientras que Enami invirtió aproximadamente 8,000 millones de dólares en la mina, el precio de 520 millones por el 10% genera una gran suspicacia sobre la salud financiera de la compañía.
Riesco hizo un llamado a la Contraloría por la falta de claridad en el contrato de venta y señaló la necesidad urgente de un plan de negocio integral para Enami antes de proceder con cualquier enajenación de activos. La inquietud subraya un sentido de abandono en el sector de la pequeña minería, un grupo que se vería severamente afectado si Enami continúa vendiendo activos sin una estrategia clara y bien fundamentada. La situación pone de relieve que, si la empresa no cumple con su función de fomento, la pequeña minería podría caminar hacia un futuro incierto.
Para garantizar que todas las voces sean escuchadas, se acordó la celebración de un seminario que reunirá a diversos actores de la industria minera. Esta oportunidad busca fomentar un diálogo constructivo y ofrecer una plataforma donde se puedan abordar las preocupaciones y aspiraciones de los pequeños y medianos mineros. La reflexión colectiva que surja de este seminario será crucial para delinear un camino a seguir, en un contexto donde las decisiones tomadas hoy determinarán la viabilidad y el futuro de la minería chilena en los años venideros.