Este miércoles 23 de octubre, el Primer Tribunal Ambiental de Chile se prepara para revisar la medida cautelar que ha paralizado las operaciones de la minera Quiborax en el Salar de Surire, una región pletórica de recursos ubicada en el altiplano de Arica y Parinacota. El tribunal examinará una solicitud de alzamiento parcial presentada por la empresa, la cual ha recibido el respaldo de los Comuneros del Pastal de Surire y los sindicatos de trabajadores. Esta audiencia es crucial para definir el futuro operativo de la compañía en un contexto de creciente vigilancia ambiental.
La solicitud de Quiborax plantea una restricción territorial de la medida cautelar, limitándola al área del Monumento Natural Salar de Surire y excluyendo las zonas donde la empresa tiene plenas autorizaciones para trabajar. La compañía argumenta que la paralización es desproporcionada, basándose en hechos que considera parciales y técnicamente insuficientes. Según la minera, la inspección realizada por el tribunal, junto con la evidencia presentada, debería permitir descartar los riesgos que justificaron la-prevención de las labores.
Además, Quiborax sustenta su postura en informes del Centro de Ecología Aplicada que indican que los componentes ambientales en la región se mantienen estables y no han sufrido los daños que se alegan en la demanda. Este respaldo técnico es fundamental para su defensa, ya que la empresa busca demostrar que sus prácticas mineras no han comprometido la integridad ambiental del salar. Sin embargo, su desafío no solo se plantea ante el tribunal, sino también ante la comunidad y la percepción pública sobre su impacto ambiental.
El 1 y 2 de octubre, los ministros del tribunal llevaron a cabo una visita inspectiva al Salar de Surire y a las instalaciones de la planta El Águila para evaluar directamente el estado de las operaciones mineras y su relación con el entorno. Este recorrido, comprendido en un proceso judicial, es parte de un esfuerzo por entender los efectos de la actividad minera en un ecosistema delicado. La resolución del tribunal será un paso determinante no solo para Quiborax, sino también para establecer cómo se equilibran la minería y la conservación ambiental en uno de los lugares más singulares de Chile.