Tratado en Riesgo: Sequía y Tensiones Amenazan Acuerdo Histórico
México está acelerando un plan para aumentar el envío de agua a Estados Unidos, ante la creciente preocupación de que el presidente Donald Trump utilice un tratado de agua de 1944 como moneda de cambio en las negociaciones comerciales. Según este tratado, México debe entregar 1.75 millones de acres-pie de agua del Río Grande cada cinco años, pero actualmente solo ha entregado menos del 30% de lo requerido. La sequía histórica, agravada por el cambio climático, dificulta el cumplimiento de estos compromisos, pero esta justificación no ha sido bien recibida por los republicanos de Texas, quienes acusan a México de incumplimiento crónico.
La tensión en torno al agua se suma a las ya deterioradas relaciones entre ambos países en temas de seguridad, migración y aranceles. La posibilidad de que Trump vincule el incumplimiento del tratado de agua con el pacto comercial entre Estados Unidos, México y Canadá añade un nuevo obstáculo en las negociaciones. México busca llegar a un acuerdo en las próximas semanas para evitar que esta disputa afecte las conversaciones comerciales en curso, pero insiste en que las expectativas de Estados Unidos deben ajustarse a la realidad de la escasez de agua.
Para cumplir con sus obligaciones, México está considerando aplicar una enmienda controvertida al tratado, que le permitiría tomar agua adicional de estados productores de granos y ganado como Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas. Esta medida ha generado preocupación y posibles demandas por parte de los estados mexicanos afectados, así como de Texas, lo que subraya la complejidad y sensibilidad del tema en las relaciones bilaterales.