El cobre alcanzó su nivel más alto en siete años y medio el viernes por compras de especuladores y de usuarios industriales, adquisiciones realizadas en preparación para un repunte de economía impulsado por las vacunas para el COVID-19.
A las 1100 GMT, el cobre a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME) ganaba un 1% a 7.479 dólares la tonelada luego de trepar más temprano a 7.511 dólares, máximo desde mayo de 2013.
“Hay una reposición de existencias por parte de las empresas de fabricación, cuyos inventarios eran muy bajos y ahora necesitan metal tras las noticias positivas sobre las vacunas”, dijo Gianclaudio Torlizzi, socio de la consultora T-Commodity en Milán.
Los especuladores también continuaron comprando después de que el cobre de la LME superó el nivel técnico clave de 7.300 dólares, lo que abre una trayectoria hacia el próximo objetivo de 8.000 dólares, agregó Torlizzi.
“La hoja de ruta técnica es clara y optimista, pero a corto plazo hay espacio para la consolidación. Después de los datos de China del lunes, es posible que tengamos una última explosión al alza y luego haya espacio para una consolidación a la baja”.
Se espera que los datos chinos del lunes muestren que la fabricación del país se expandió a un ritmo ligeramente más rápido en noviembre, según economistas encuestados por Reuters.
El cobre de la LME, que subió un 2,7% durante la semana, se ha recuperado un 71% desde marzo debido a un fuerte repunte de la demanda del principal consumidor de China y la caída de los inventarios.