El futuro no será sustentable sin un desarrollo armónico de los procesos productivos, incluida la minería. Ya sabemos que el crecimiento sostenido de las ciudades y el desarrollo de nuevas tecnologías exige hoy una mayor demanda de cobre y de otros metales, a nivel mundial. En el caso del cobre en particular, es considerado una materia prima de suma importancia para la generación de energías alternativas, vehículos eléctricos, comunicación de alta gama, y un sin números de otras aplicaciones de avanzada.
Este escenario, demanda que los proyectos de producción de cobre aumenten sus niveles globalmente. En el caso de Chile, se espera un fuerte crecimiento en los próximos 10 años, alcanzando índices productivos que podrían superar los 6 millones de toneladas de cobre fino al año. Este panorama se torna más complejo si consideramos las dificultades para producir por vía de Concentrados de baja ley y altas impurezas, además del agotamiento de los recursos de óxidos lixiviables, lo que significa un decrecimiento en la capacidad de producción de cátodos de cobre por la vía de la hidrometalurgia.
Esta es una realidad que exige que la industria nacional adapte sus procesos para poder abastecer las necesidades que hoy requiere este ritmo de crecimiento.
Pensando en la vía hidrometalúrgica de producción de cobre, el desarrollar y mejorar las tecnologías de lixiviación y dar sustento a casi 2,5 millones de toneladas de cobre en cátodo que se producen al año en las plantas de tratamiento de óxidos lixiviables, se convierte en un imperativo de la industria nacional.
Con una visión de futuro, en BASF, empresa química líder en innovación, estamos desarrollando nuevos productos de especialidad para la industria minera que van dirigidos a poder sustentar la producción de cobre en Sudamérica a través de la vía hidrometalúrgica.
Este año hemos presentado el reactivo LixTRA™, un nuevo producto que es utilizado en la lixiviación de cobre y que tiene como objetivo aumentar significativamente la recuperación del metal, dando con ello mayor eficiencia al proceso y disminuyendo de paso loscostos operativos de extracción.
Con este reactivo, también se pueden ver beneficios en cuanto a la reducción de la humedad de impregnación, ya que facilita una mejor disposición del ripio, y un significativo ahorro en el consumo de agua, haciendo del proceso de lixiviación una etapa más sustentable y amigable con el medio ambiente.
El desarrollo de este tipo de productos confirma el compromiso que BASF tiene con la industria minera de Chile, la cual es de suma relevancia no solo para el país y su crecimiento, sino que también para todo el mundo. Hoy se requiere de cambios de hábitos e innovación dentro del sector, y el hacer más eficientes los procesos es un paso para ello.
Por Jorge Mejías, Head of Sales de Soluciones Mineras Chile-Perú.