“Si bien el país sigue creciendo económicamente, nuestras emisiones lo han hecho a un ritmo menor”, destacó la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt. En su trabajo por cumplir los compromisos internacionales de carbono neutralidad, Chile emitió un nuevo Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero (Ingei) con la información de los años 2016 al 2018. Los resultados indican que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) totales de Chile contabilizaron 112.313 kilotones de CO2 equivalente, alcanzando un incremento del 2% desde 2016, lo que revela una desaceleración en la producción de contaminantes.
El Ingei es parte del cuarto informe bienal para la Comisión Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y fue presentado ayer por la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, ante la comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales del Senado.
Con esta actualización, Chile será el único país en vías de desarrollo en dar cuenta de la totalidad de emisiones de gases de efecto invernadero (dióxido de carbono, metano, óxido nitroso, entre otros) hasta el 2018.
Los resultados indican que las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) totales del país contabilizaron 112.313 kilotones de CO2 equivalente, alcanzando un incremento del 2% desde 2016, lo que revela una desaceleración en la producción de contaminantes.
De hecho, en la versión anterior del inventario, que contabilizó desde 2014 a 2016, las emisiones totales habían alcanzado un aumento del 7,1%.
La ministra Schmidt afirma: “Esto demuestra que si bien el país sigue creciendo económicamente, nuestras emisiones lo han hecho a un ritmo menor, iniciando su fase de estabilización para, luego, avanzar hacia el desacople entre crecimiento y emisiones, requerido para alcanzar la meta de la carbono neutralidad”.
Ahora bien, el debilitamiento del crecimiento de las emisiones se explicaría, tal como afirma Schmidt, por “la disminución en el consumo de carbón para la generación eléctrica, el mayor emisor de gases de efecto invernadero en Chile. La generación renovable no convencional ha logrado la meta del 20%, cinco años antes de lo que se esperaba”.
En cuanto a la tendencia por sectores, la energía continúa siendo clave. Esta categoría es la más amplia, al considerar actividades de la mayoría de los rubros, desde la energía que consumen los hogares hasta las industrias.
Así, Energía acaparó el 77% de las emisiones totales, un alza de un 1 % entre 2016 y 2018. Ahora bien, se destaca que posterior al 2016, las emisiones se mantienen estables debido a la disminución en el consumo de carbón.
En segundo lugar quedó Agricultura, que aporta un 10,5% de las emisiones totales en los años analizados. Entre 2016 y 2018, este sector redujo en un 0,4% los GEI que produce, según se explica, producto de la baja de la población del ganado bovino y ovino que se ha registrado durante la última década.
Residuos, por otro lado, representó un 6,2% de las emisiones de GEI resultantes de procesos de tratamiento o descomposición de la basura y de las aguas servidas, según indica el informe, siendo el que más aumentó entre 2016 y 2018, con un crecimiento de 14%. En esa línea, se señala que la principal causa es el aumento de la población.
También se incluye el sector Procesos industriales y uso de productos, que contiene todas las emisiones que generan las industrias en sus procesos, entre ellos, procesos químicos de producción y consumo de gases refrigerantes en la industria. Este sector representó un 5,9% de las emisiones totales.
Por último, el informe incluyó el sector de uso y cambio de uso de la tierra y silvicultura, ligado al sector forestal, que tal como ha ocurrido en años anteriores, no emite, si no que actúa como neutralizador de las emisiones absorbiendo un 32% del CO2 del país entre los años analizados.
El análisis indica que para el mismo periodo, disminuyó su condición de sumidero, capturando un 14% menos debido a los incendios forestales del 2017, que dejaron como consecuencia más de 500 mil hectáreas de bosque quemadas.
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