Este 19 de enero, Asobancaria reveló que, de acuerdo con sus estimaciones, la economía colombiana para 2021 crecerá, a pesar de las cifras del año anterior, cuando la economía se vio afectada por la pandemia del coronavirus.
De acuerdo con las estimaciones, el costo de la pandemia en economía colombiana se verá reflejada en una contracción del 7,2 % en 2020, cifra que comparte con el Gobierno nacional.
La agremiación sostiene que esta contracción se explica por la pandemia y el descenso del consumo privado, inversión y el comercio exterior. Además, se estima que el desempleo será alto y se espera que la tasa de desempleo podría bordear el 16 % en 2020, aunque se espera que baje hasta el 12,6 % a cierre de 2021.
Asobancaria espera que el rebote dará un crecimiento del 4,6 %, muy lejos el 5 % que espera el Ministerio de Hacienda. Esa reactivación, advierte el análisis, tendrá su explicación en los componentes de la demanda.
Entretanto, se estima un leve repunte de la inflación (2,6 %), mientras que el déficit en cuenta corriente se ampliaría hacia niveles de 3,6 % del Producto Interno Bruto (PIB).
A pesar de eso, el gremio de los bancos dice que no cree que Colombia puede alcanzar los niveles de actividad económica de 2019 hasta 2022, en un pronóstico positivo.
“Aunque los riesgos macroeconómicos disminuirán gracias a la recuperación del mercado laboral, el anclaje de las expectativas de inflación y la política acomodaticia de la Fed, aspectos como el deterioro en la calidad de la cartera posterior al fin del programa de alivios a los deudores, la sostenibilidad fiscal, la segunda ola de la pandemia y la implementación del plan de vacunación harían parte del panorama de riesgos para 2021”.
Asobancaria aboga para que el Gobierno saque adelante reformas fiscales, laborales y pensionales para que el país sea más competitivo, durante este año.
“Estos avances permitirán dinamizar la actividad productiva y recuperar los otrora niveles de crecimiento potencial en torno a 4,0 % y 4,5 %, tan necesarios para acotar las brechas economías y sociales que ha dejado esta pandemia, e incrementar de forma sostenida los niveles de crecimiento de la productividad multifactorial”, concluye el documento.
Los efectos que ha dejado el coronavirus en el país son cada vez más preocupantes, el tema de la salud es el principal problema, pero también la economía de los colombianos que se ha visto deteriorada y continúa siendo duramente impactada por los estrictos confinamientos que se han declarado en los últimos días, así lo reveló la Asociación Nacional de Instituciones Financiera (ANIF).
La entidad entregó un nuevo estudio sobre el comportamiento del mercado laboral en Colombia durante el año pasado y se evidenció que, a pesar del cierre operacional de distintas industrias, la tasa de desempleo cerraría el 2020 entre un 15,5 % y un 16 %. Cifras cercanas reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), cuando mostró que la tasa de desempleo a octubre del año pasado iba en 14,7 %. En resumen, el promedio del año corrido de la tasa fue del 16.3%.
En noviembre la tasa de ocupación en el territorio nacional fue del 53.2%, esto representó sin duda una reducción de 4.6 puntos a lo registrado en noviembre de 2019. En otras palabras, la población ocupada disminuyó en más de 1.5 millones de personas frente a lo observado hace un año. Sin embargo, reiteran que la población ocupada creció en cerca de 165 mil personas desde el mes de octubre.
La preocupación más grande tiene que ver con los ingresos de los colombianos, pues de acuerdo con la ANIF y con corte a noviembre, la calidad de vida se vio afectada considerablemente por la reducción abrupta de los ingresos en total. Según cálculos de la asociación, la pérdida del ingreso laboral acumulado, entre marzo y noviembre, asciende a los $29,6 billones de pesos (3.3 billones cada mes), es decir, cerca de 2,8 % del Producto Interno Bruto (PIB).
A pesar de la caída en los ingresos laborales estos se han venido recuperando lentamente por la reapertura de la economía, pero la tendencia es frágil, estimó el presidente de ANIF, Mauricio Santamaría.
Según el reporte, de los 3.3 millones de desocupados en noviembre, el 57.6% de ellos, es decir 1.9 millones, se encuentran en las 13 ciudades principales y áreas metropolitanas, las cuales registraron una tasa de desempleo del 15.4% superando el registro nacional. Esto deja claro que las autoridades locales tienen un gran desafío en términos de política pública para disminuir el desempleo en los principales centros urbanos, pues estos representan mayor participación tiene en el PIB nacional.
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