Una de las empresas mineras en extracción de oro más grandes –sino la de mayor envergadura- de la quinta economía más fuerte en términos de producción y negocios en América Latina, el Perú, la conocida y controversial Yanacocha tiene desafíos claves tras un año 2020 golpeado por la nueva forma de coronavirus o COVID 19.
En simultáneo, la compañía hace negocios en Surinam, Ghana, Australia y Canadá según la propia firma.
En un entorno con un metal noble que avanzó –en el 2020- con rentabilidades de dos dígitos llegando a beneficios de horquilla de alrededor al 24%, la minera Yanacocha que basa su extracción del metal noble en los andes del norte del Perú -en el departamento de Cajamarca- ha visto ajustadas sus maniobras ante la pandemia por la COVID 19.
Se añade el apagón en la economía del Perú que ha provocado un proyectado de -13,9% en PBI real por parte del Fondo Monetario Internacional [FMI], y un desplome del sector minero de esta nación sudamericana que explica el 60% de sus despachos exportados en minerales tanto básicos como preciosos.
Colapso en este rubro –la minería metálica- que significó ajustes a la baja de dos números; sólo en el subsector minerales, el recorte en noviembre 2020 fue del -3,06% interaño dijo la autoridad estadística del Perú.
La misma fuente indicó que “Entre los minerales –tanto finos como básicos- las caídas en detalle indicaron los siguientes cambios: producción de oro -20,82%, plata -11,79%, cobre -1,86%, molibdeno -13,14%, y plomo -9,31%; no obstante, avanzó la producción de zinc 20,80%, hierro 6,99% y estaño 30,32%”.
Sin embargo, la minería en esta economía andina alcanzó ajustes en terreno negativo fortísimos en “entre abril y mayo –cuando el pico de la pandemia azotó al Perú con ensañamiento- situándose en horquillas rayanas al -45% al -47% para la producción minera e hidrocarburos”, según la autoridad estadística.
La economía local “encerró” a la minería entre el 15 de marzo al 30 de junio del 2020.
Para Rob Atkinson, director de operaciones de Newmont, “Las compañías mineras en el Perú quedaron operando desde lo esencial por sesenta días; solo en el quinto mes del año retornaron –paulatinamente- a sus labores pero con grandes limitaciones operativas y con protocolos sanitarios que dificultaron insertar a toda la mano de obra disponible para una operación como la de Yanacocha”.
No obstante, el alto ejecutivo reveló que “En el tercer trimestre del 2020 procesamos nuestras toneladas de lixiviación [o extracción de la material soluble de una argamasa mediante la labor de un disolvente líquido] más altas y retornamos a niveles más estándar de provecho en el molino”.
Tras la reinserción de la operación de Yanacocha, en el mes de julio, Raúl Farfán -director ejecutivo de relaciones externas de Newmont en el Perú- advirtió que “Uno de los retos de la compañía es lograr el proyecto Quecher Main que le reconocerá acrecentar la vida de la veta hasta el 2027 e extender su extracción entre 100.000 a 150.000 onzas de oro a partir del año 2020”.
La iniciativa mencionada registrará una externalidad positiva, dijo Farfán, en “los distritos de La Encañada y Los Baños del Inca, en Cajamarca” pues la mano de obra será de la zona. “Además, servirá como primer paso para la construcción del proyecto de largo plazo Yanacocha Sulfuros, el cual explotará los depósitos de sulfuros restantes”, agregó.
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