La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), propuso a sus socios un recorte drástico en la producción para así poder frenar la caída del precio del crudo. Como se sabe, el temor por la rápida propagación del coronavirus en el mundo ha provocado una caída en el consumo global de petróleo.
Se trata de un escenario que incluso no se compara con los peores momentos de la Gran Recesión, por ello la OPEP ha propuesto este recorte que es el mayor desde el año 2008.
Los 13 miembros de la OPEP se reunieron en su sede en Viena para presentar una posición conjunta a sus otros diez socios petroleros que forman parte de la OPEP+, entre los que se encuentra Rusia.
Será Rusia el país encargado de aprobar la propuesta. Los ministros de energía que son socios de la OPEP, acordaron recomendar un ajuste de 1,5 millones de barriles al menos hasta el 30 de junio de este año.
La alianza de la OPEP+, conformada por un total de 23 países, mantiene estrictas cuotas de producción para apoyar los precios. Fue hace poco, en diciembre 2019, que se aprobó un aumento de medio millón de barriles, hasta elevar su producción a 1,7 millones de barriles al día.
Sin embargo, la propuesta de recorte no parece agradar al país ruso quienes son los segundos mayores productores del crudo en el mundo, solo por detrás de Estados Unidos. Para ellos, los ingresos por el petróleo son esenciales y un recorte tan drástico impactaría sustancialmente en su economía. Una economía que de por sí, ya se está viendo perjudicada por la desaceleración economía de China.
Mientras tanto, la demanda del petróleo sigue retrocediendo por las incertidumbres económicas a cerca del coronavirus y su propagación por el mundo. El precio del barril de Brent del Mar del Norte, cayó por debajo de los 50 dólares el pasado domingo, su nivel mínimo desde julio del 2017. Ayer, jueves 5 de marzo, cotizó a 50,30 dólares una cifra que ha bajado en un 30% solo en tres meses.