En la minería espacial, flotas de vehículos espaciales, algunos con humanos a bordo y otros operados a distancia o por inteligencia artificial (IA), podrían salir de la Tierra en busca de metales, minerales y más. Pero, si comparamos la exploración espacial actual con la fiebre del oro del Yukón a finales de la década de 1880, los trabajadores más ocupados en estos momentos no son los mineros espaciales, sino los ingenieros, que proporcionan combustible, mapas y herramientas a los primeros buscadores robóticos.
Para responder a la demanda terrestre, la industria minera está mirando activamente hacia las nuevas fronteras de la minería, explica en un artículo reciente la investigadora canadiense
. Entre las soluciones que se presentan como una opción cada vez más factible, aunque parezca ciencia ficción, está la minería espacial. Pero ¿a quién le pertenecen los recursos de los cuerpos celestes que rodean a la Tierra?La científica considera que es ahí, en la cuestión de los derechos sobre los recursos espaciales, que se halla uno de los retos más graves es la falta de un marco normativo cohesionado que regule la minería en el espacio exterior.
Aunque el Tratado del Espacio Exterior de 1967 (Outer Space Treaty) ha sido firmado por todas las naciones que realizan actividades espaciales y aunque se considera como el documento constitucional del derecho del espacio extraterrestre, tiene lagunas en la interpretación.
Lo más importante [del Tratado] es que determina que ninguna nación puede reclamar para sí ningún cuerpo celeste (como la Luna), pero no dice nada sobre si los recursos derivados pueden ser propiedad.
Los abogados en la Tierra que contemplan proyectos de minería espacial probablemente se fijen en cuatro aspectos: la seguridad de la tenencia, el régimen fiscal, la posibilidad de financiar el proyecto y la viabilidad del mismo.Elizabeth Steyn en un artículo de The Conversation
¿Por qué necesitamos recursos mineros del espacio?
En esta época de crisis climática, la minería espacial es un tema de creciente relevancia, cree Elizabeth Steyn.
La necesidad de una economía con cero emisiones de carbono exige un aumento del suministro de recursos naturales no renovables, como los metales de las baterías. Esto constituye el telón de fondo de una nueva carrera espacial en la que participan las naciones y el sector privado.Elizabeth Steyn en un artículo de The Conversation
Por su parte, el Dr. Michele Faragalli, director de Exploración Espacial y Tecnologías Avanzadas de Mission Control Space Services Inc., una empresa basada en Ottawa, cree que a finales de la década de 2020 podría estar en marcha una fiebre del oro en el espacio exterior.
Flotas de vehículos espaciales, algunos con humanos a bordo y otros operados a distancia o por inteligencia artificial (IA), podrían salir de la Tierra en busca de metales, minerales y más. Pero, si comparamos la exploración espacial actual con la fiebre del oro del Yukón a finales de la década de 1880, los trabajadores más ocupados en estos momentos no son los mineros espaciales, sino los ingenieros, que proporcionan combustible, mapas y herramientas a los primeros buscadores robóticos.
El primer paso no será buscar titanio, níquel u otros metales en un asteroide; el primer paso será extraer agua y hielo, dividir el oxígeno y el hidrógeno para hacer combustible y crear depósitos de combustible en satélites terrestres para las naves espaciales que utilizaremos para explorar.Dr. Michele Faragalli
Faragalli, quien se graduó de la Universidad McGill, y sus colegas están desarrollando el software para operar y automatizar la próxima generación de rovers, aterrizadores y satélites comerciales y gubernamentales. Según él, el trabajo más importante en estos momentos es crear la infraestructura necesaria para explorar y explotar la Luna, Marte o los asteroides.
De acuerdo con el sitio del Canadian Minerals and Metals Plan (Plan Canadiense de Minerales y Metales), la explotación minera en la Luna, Marte o un asteroide es similar en muchos aspectos al desarrollo de una mina en un entorno duro y remoto aquí en la Tierra.
El acceso, la exploración, la cartografía y la definición del tamaño y el valor del recurso son un reto, y si se encuentra un yacimiento económico, la planificación y el tiempo de espera pueden llevar años y millones de dólares en costes de capital inicial. Sin embargo, estos retos inspiran la innovación e impulsan la investigación y el desarrollo aquí en la Tierra.Canadian Minerals and Metals Plan
¿Cuáles son los retos?
Según la doctora Elizabeth Steyn, el reto más crucial es el acuerdo y la cooperación internacionales en el ámbito del espacio exterior, tal y como exige el Tratado del Espacio Exterior.
En octubre de 2020, ocho países firmaron una iniciativa liderada por la NASA denominada Acuerdos Artemis. Entre los firmantes está Canadá, Estados Unidos, Australia y Luxemburgo. Inicialmente no firmaron ni Rusia y ni China, pero ahora acordaron colaborar entre ellos en iniciativas espaciales.
Las cuestiones jurídicas sobre la propiedad de los recursos espaciales deben abordarse urgentemente para evitar guerras espaciales por los recursos naturales entre superpotencias como Estados Unidos, Rusia y China. Esto incluye el estatus legal de los Acuerdos de Artemis. Lo ideal sería hacerlo antes de que comience la minería espacial.Elizabeth Steyn
Por último, cree la investigadora, la minería espacial plantea ciertas cuestiones éticas, como si la luna puede considerarse una persona jurídica, si la minería espacial supondría una nueva forma de colonización y cómo se podría servir mejor al bien común de la humanidad mediante la minería en el espacio.
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