Las empresas mineras mexicanas están estimando un impacto considerable en sus ingresos como consecuencia de la suspensión de operaciones determinada por las autoridades con motivo de contener el Covid-19 que reserva el funcionamiento solo a actividades esenciales.
Compañías como Minera Cuzcatlán, filial de Fortuna Silver, o Peñasquito, perteneciente a Newmont, anunciaron previamente el inicio en los trabajos de reducción de operaciones.
A estas mineras se han sumado otras como Media Luna, de Torex Gold, Peñoles y Grupo México, aunque sin hacer un anuncio público.
Si se alinean los procesos de reducción de actividades a la completa suspensión de producción a la fecha, existirían al menos 15 días sin generar ingresos para las mineras.
Es decir, con cálculos de ingresos a 2019, la Compañía Minera Cuzcatlán, percibiría solo 178 millones 880 mil 871 pesos menos durante aproximadamente en la última quincena de abril sin producir mineral.
Para Peñoles, significaría 183 millones 778 mil pesos menos en ingresos, mientras que Media Luna registraría una pérdida de 154 millones 741 mil pesos.
Diversos integrantes de la Cámara Minera de México (Camimex), continúan planteando la necesidad de que las mineras mexicanas reanuden su actividad al 100 por ciento y no sólo las carboníferas y siderúrgicas que proveen de materia prima a proyectos gubernamentales o a la Comisión Federal de Electricidad.
Peñoles y la división minera de Grupo México son los que más empleos generan con 32 mil 950 y más de 9 mil, Peñasquito 6 mil empleos directos e indirectos, Media Luna, mil 600, y Cuzcatlán, más de mil.
Las operaciones de las mineras mexicanas se detuvieron de forma gradual de acuerdo a los protocolos de seguridad y medio ambiente. Sin embargo, se dejó un equipo mínimo de personal para las labores de mantenimiento y vigilancia de los proyectos.