Por Sabrina Pont
La mayor expectativa del sector del litio a nivel global está dada por la creciente demanda que se proyecta para los próximos diez años. Ese incremento lo impulsan, entre otras cosas, pero sobre todo, los planes que tienen las automotrices para la transición hacia la movilidad eléctrica, que consiste en sustituir los motores de combustión interna por sistemas de baterías. Allí es donde aparece el litio en escena: aunque no es su única aplicación posible, gana protagonismo mundial como el elemento perfecto para fabricar baterías de vehículos eléctricos.
En ese contexto, la Argentina tiene la oportunidad de tener un rol central: de acuerdo con datos publicados por la secretaría de Minería de la Nación, el país es el cuarto productor mundial del recurso, luego de Australia, Chile y China.
“El triángulo del litio compuesto por Argentina, Bolivia y Chile cuenta con cerca del 65% de los recursos mundiales de litio y alcanza el 29,5% de la producción mundial total para 2020. No obstante, Argentina cuenta con un enorme potencial para aumentar su participación en la oferta global del mineral”, se asevera en el informe oficial, que luego aclara que ese 29,5% del litio del mundo lo producen solo Argentina y Chile, ya que Bolivia “se encuentra con producción a escala piloto dado que sus políticas van orientadas al desarrollo de un proyecto público de explotación integral de la cadena de valor”.
En tanto, Australia, quien lidera hoy el mercado a escala global, difiere en cuanto al modo de obtención: el litio se produce de pegmatitas, que implica un proceso que nada tiene que ver con la producción en salmueras e incluso es más costoso. Sin embargo, logró en poco tiempo ser competitiva por su infraestructura, su tradición y expertise minero, y es por eso que posiblemente continúe siendo el primer productor del ranking en el futuro próximo. Ni Australia, ni Chile, que está en el segundo puesto, son fabricantes de baterías.
El cuarto puesto en el ranking internacional, Argentina lo logra hoy con solo dos proyectos en producción -y actualmente en plena expansión-: el Proyecto Olaroz, de Sales de Jujuy, de la empresa australiana Allkem, que se inició en 2014 en Jujuy, y el Proyecto Fénix, que está a cargo de la estadounidense Livent, en Catamarca, que produce desde fines de la década del 1990.
De acuerdo a información de la secretaría de Minería, los dos proyectos activos producirán este año 37.500 toneladas de carbonato de litio, apenas un poco más de lo que se alcanzó en 2021 que se tradujo en exportaciones por casi US$ 200 millones.
Si bien aún las exportaciones de litio no son significativas para las cuentas nacionales en comparación con otros sectores, desde el gobierno nacional advierten que podrían crecer a casi US$ 4.000 millones anuales para 2027.
¿En qué se basan esas estimaciones? Con respecto a las expectativas que se tenían para el sector antes de la pandemia, Argentina viene atrasada. Las proyecciones oficiales indicaban que para 2022 el país iba a producir unas 300.000 toneladas. De todos modos, se puede constatar que hay proyectos en construcción, además de las ampliaciones que se llevan adelante en las plantas operativas, y hay otros en diez con distintos grados de avance y unos 20 en exploración, lo que permiten vislumbrar un panorama más certero.
Asimismo, la secretaría de Minería de la Nación computa que desde 2020 a la fecha, se anunciaron inversiones en producción de litio por US$ 4.259,5 millones.
De los que se están construyendo, el más avanzado es el Proyecto Caucharí Olaroz, en Jujuy, de Minera Exar -una firma de Lithium Americas, Jiangxi Ganfeng Lithium y la firma provincial Jemse-, que una vez que se ponga en marcha en 2023 -luego de casi 9 años del inicio del último proyecto que entró en fase operativa del sector-, llevará la producción nacional a las 80.000 toneladas cuando alcance la capacidad de producción plena.
En tanto, en la provincia de Salta avanza el proyecto Centenario – Ratones. La firma francesa Eramine reinició en junio la construcción de la planta de producción, que sumará unas 24.000 toneladas anuales desde comienzos de 2024, cuando entre en la etapa de producción. En una segunda etapa, este desarrollo de litio prevé llegar a producir entre 60.000 y 70.000 toneladas anuales, según indicó el grupo francés. Asimismo, en esa provincia, está en construcción una planta piloto -desde junio- en el Proyecto Mariana (ubicado en el Salar de Llullaillaco), que está operado por Ganfeng.
Por su parte, en Catamarca, el Proyecto Tres Quebradas (3Q), operado por Liex, una subsidiaria de la firma china Zijin, es el que podría estar más avanzado: prevé iniciar la producción – estimada en 20.000 toneladas de litio al año durante 20 años– y, en consecuencia, las primeras exportaciones de litio en los primeros meses de 2024.
Otro proyecto avanzado es Sal de Oro, operado por la surcoreana Posco. Está en el Salar del Hombre Muerto (este proyecto lo comparten Salta y Catamarca). En marzo comenzó la construcción de la planta de producción y se espera que, hacia fines de 2023 y principio de 2024, tenga una capacidad de producción de 25.000 toneladas de hidróxido de litio por año.
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