En medio del enfrentamiento entre mineros artesanales e informales en la región Arequipa, en el que han fallecido 14 personas, la politóloga Zaraí Toledo sostuvo que en el país hay pocos progresos en el proceso de formalización de esta labor de extracción y alertó que en el sur global «ninguna política que ha tratado de erradicar la pequeña minería ha sido exitosa».
«Lo que ocurre, por ejemplo en Colombia, es que mientras más arrinconamos a los mineros, más favorecemos la presencia de grupos ilegales que dan crédito en negro, que extorsionan o cuando negocian con los terrenos o que pelean con ellos», expresó en una entrevista con el programa Las cosas como son de RPP.
Toledo Orozco dijo que no se ha desarrollado una legislación clara, con conocimiento técnico y con incentivos para que se concrete una adecuada formalización de esta actividad que desarrollan los pequeños productores mineros.
La politóloga explicó que la pequeña minería y la minería artesanal existen en los países andinos desde antes de la colonia. «Es una actividad que no requiere mucha tecnología y emplea a muchas personas», manifestó.
Ordenamiento de la pequeña minería
La joven investigadora precisó que según las estimaciones hay entre 300 000 y 500 000 pequeños productores mineros y mineros artesanales. «Estamos hablando de una cantidad que genera muchísimo encadenamiento. [Pero] la reacción inicial de los gobiernos ha sido erradicarlas», dijo.
Para Zaraí Toledo, es importante que se reconozca el rol de esta actividad extractiva a fin de las autoridades competentes generen una normatividad «que sea acorde con la realidad».
«Una prioridad, ahora que el [precio del] mineral está alto para el país, debería ser una política de educación y de ordenamiento de la minería de pequeña escala y artesanal», remarcó.
Y prosiguió: «Necesitamos crear un marco acompañado con presencia estatal. En Perú hemos avanzado en incrementar la presencia, la medición y seguimiento de los conflictos de gran escala cuando hay una minera grande, pero no tenemos la misma presencia en la minería de pequeña escala y artesanal, pese a que está en más de 20 regiones del país».
La científica social hizo hincapié en el hecho de que se han realizado grandes esfuerzos, como la creación de instituciones especializadas, para tratar los conflictos mineros de gran escala, pero que en el caso de la pequeña minería no ocurre lo mismo.
«Muy recientemente hemos visto que se han creado divisiones regionales que ven a la minería de pequeña escala, pero necesitan presupuesto, capacitación, y necesitamos un Estado que esté presente y activo para el ordenamiento territorial», agregó Zaraí Toledo.
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