Informes oficiales ofrecen detalles de cómo impactó el virus en la minería, cómo fue el mes a mes en la producción de oro y plata, y qué sucedió con las exportaciones de los metales. Santa Cruz, principal productora, acentuó su importancia en el sector productivo.
La Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) señaló que el 2020 tuvo buenas y malas. Como positivo fue el “costado humano”, el principal valor al que se apostó ante la pandemia.
El año “concluyó con un 20% menos de producción de minería, pero con buenas perspectivas”, observó Luciano Berenstein, director Ejecutivo de la institución.
Se observó la creciente importancia de Santa Cruz en el mapa nacional. La producción y exportación de oro y plata, estuvo supeditada a lo sucedido en los seis yacimientos santacruceños que estuvieron en actividad en 9 meses mientras la pandemia avanzaba.
El coronavirus generó en todo el planeta una “crisis económica de magnitudes sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial”.
La industria madre en Argentina, con Santa Cruz como mayor productora, había exportado minerales en 2019 por US$ 3.180 millones, equivalentes al 4,9% del total de las comercializaciones nacionales. A raíz del avance mundial del virus, en el primer trimestre de 2020 las comercializaciones mineras registraron una baja interanual del 9 %. La retracción obedeció a que los mercados se cerraron y la demanda retrocedió un 37%.
Esta caída fue suplida por el precio de los minerales. El valor de referencia en la industria era de US$ 1.583 la onza de oro en el primer trimestre 2020.
El informe del Gobierno nacional precisó que el metal se mantuvo como el principal producto minero comercializado. La demanda que quedaba en pie obedeció al atesoramiento, el oro tomaba fuerza como resguardo del patrón de cambio.
La plata fue el segundo producto de exportación.
La pandemia, también influyó en el precio internacional de la plata y la ubicó “en niveles levemente inferiores al promedio de 2019”.
El Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio vigente en el territorio nacional desde el 20 de marzo por el Decreto 297/2020 generó que abril sea el periodo con caídas récords en los sectores productivos. Sin embargo, mayo “se caracterizó por la puesta en marcha de buena parte del aparato productivo”, señaló el informe del Gobierno Nacional.
De hecho, el presidente Alberto Fernández declaraba “esencial” la minería y el dos de abril la industria retomaba la producción luego de la paralización decidida en marzo.
Las operaciones finalizaron el 2020 sin ubicarse en los mismos niveles pre pandemia. Los protocolos obligaban a las compañías a subir menos del 50% del personal a sus campamentos.
La menor producción originaba que “las exportaciones mineras aceleraron su caída en abril”, daba a conocer el escrito del Ministerio de Desarrollo Productivo a cargo de Matías Kulfas.
Las exportaciones marcaron un descenso promedio del 36% en la comparativa anual.
“En los primeros cuatro meses del 2020 las cantidades exportadas de oro disminuyeron 38%, caída amortiguada por los mayo-res precios”, señaló el informe.
En tanto, las turbulencias generadas por la disputa entre Estados Unidos y China y la incertidumbre mundial provocada por el COVID19 impulsaron la demanda del metal precioso para atesoramiento e hicieron que el precio de referencia se ubique en abril en US$ 1.683 por onza, un 31% más que un año atrás.
La plata se mantuvo en el segundo lugar en las exportaciones. Las menores ventas obedecieron al menor “desempeño de Puna Operations (Jujuy)”, “sumado a la baja producción de otros proyectos de plata, principalmente en Santa Cruz”.
Mayo fue otro mes que marcó un descenso de las exportaciones mineras, observó el informe oficial y explicó que la baja en la producción obedecía a los “Protocolos de Bioseguridad”.
Mientras la actividad reforzaba las medidas y se mantenía en pie, las economías regionales eran sostenidas por el movimiento generado desde la industria madre.
Ese mes no desaparecieron las dificultades para la producción y “los despachos al exterior acumularon una caída del 21% en comparativa a los volúmenes registrado entre enero y mayo”.
En junio, las comercializaciones seguían en caída, alcanzando los US$ 143 millones. Un 44% menos que en el mismo mes de 2019.
“Las exportaciones finalizaron la primera mitad del año un 26% por debajo del mismo período del año anterior”, precisó el Gobierno nacional.
El primer semestre marcó una baja del 26% en las exportaciones metalíferas
Las restricciones a la movilidad entre “provincias y la necesidad de operar con planteles reducidos ante los protocolos de prevención para la pandemia afectaron el nivel de producción en proyectos de gran porte.
En tanto, el precio del oro una vez más aminoraba la caída en los montos exportados y alcanzaba los US$ 824 millones.
La exportación de plata se redujo por menor producción del yacimiento Chinchillas.
Según las estadísticas oficiales, agosto registró una tenue recuperación en las exportaciones de minerales “empujada mayormente por un incremento interanual de las ventas al exterior de plata y la recuperación del litio”.
En ése periodo, las comercializaciones metalíferas del país “alcanzaron los US$ 221 millones en el mes”. “Si bien se trata de un 13% menos que un año atrás, hubo una recuperación relativa respecto de los meses previos”, explicó el informe.
Un factor clave que retrasó las comercializaciones obedeció a la espera que iniciaron las compañías de la reglamentación de la Ley 27.541/19 que fijó el tope del 8% en la alícuota de los derechos de exportaciones.
En los dos cuatrimestres del año, los volúmenes de oro exportados fueron en promedio un 46 % inferiores en términos inter-anuales. El precio de la onza se disparaba a los US$ 1.994 y equilibraba aquella baja de transferencias a los mercados de ultramar.
“La mayoría de los proyectos de plata, en cambio, operaron durante agosto en niveles similares a los del año anterior o incluso por encima”, tal fue el caso de “Mina San José que realizó despachos un 89% por encima de agosto de 2019”.
Hacia fin de año, la actividad productiva continuaba su recuperación pero la industria aún enfrentaba serios desafíos.
“Las exportaciones mineras aceleraron su caída en septiembre un 17% interanual”, el dato alentador fue que se mantuvieron en “los niveles más altos desde febrero”.
En tanto, hasta noviembre, las comercializaciones metalíferas fueron de “US$ 1.761 millones, un 24% por debajo de los registrados en el mismo período de 2019”.
En septiembre los envíos sumaron US$ 134 millones, 24% menos que un año atrás; “la baja no fue más profunda gracias a los precios de referencia, que se mantienen en niveles récord”.
Las exportaciones mineras totalizaron US$ 235 millones en octubre, “el mayor registro del año” pero “en términos interanuales tuvieron una caída de 21% frente a octubre de 2019”. Asimismo, se supo que entre enero y octubre las ventas acumularon US$ 2.038 millones.
El oro siguió siendo utilizado por las economías nacionales como reserva de valor, en un año marcado por la incertidumbre alcanzó valores récord que impidió que los ingresos cayeran aún más.
Las cantidades enviadas de plata cayeron un 21% interanual, pero en valores el retroceso se recortó al 7%. Durante 2020, mientras que su uso industrial cayó, la demanda para atesoramiento creció, mientras redujo el uso para fines industriales.
El 2020 fue un año extraordinario y de grandes desafíos para las actividades industriales del país y el mundo a causa de la expansión del coronavirus.
Evaluación
En esta realidad, la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM) hizo un balance de lo acontecido el 2020. La institución dio a conocer que desde el inicio de la pandemia, las operadoras «se focalizaron en ayudar a los segmentos más desprotegidos».
Así, «donaron alimentos, insumos de salud e higiene. Se efectuó además la donación privada más importante de tests PCR al sis-tema público de Salud».
«Ojalá en el 2021 podamos dejar atrás el COVID19, para encausar los esfuerzos en lo que realmente importa, en lo esencial, que es volver a poner de pie a la Argentina», señaló el presidente de CAEM, Alberto Carlocchia, ante el empresariado.
«Desde CAEM pondremos nuestro granito de arena, potenciando la calidad de la industria, impulsando las buenas prácticas, generando información minera de calidad, gestionando y acompañando a las empresas», insistió.
Más adelante, Carlocchia deslizó al cierre del pasado año que «la minería argentina se mantuvo en marcha gracias a sus trabajadores y trabajadoras, y al compromiso de las empresas para redoblar los cuidados»; «todos estos estos esfuerzos valen la pena porque un yacimiento minero produciendo está generando trabajo y recursos para las economías locales».
Apostando a resolver los desafíos pendientes, el empresariado bregó por la continuidad de un trabajo articulado entre el sector Público Privado Trabajadores en el presente año.
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