Autoridades bolivianas investigan las causas del colapso de un depósito de relaves cerca de la localidad sureña de Potosí, accidente ocurrido hace una semana y que provocó que una mezcla de lodo y residuos mineros llegara a por lo menos cuatro ríos que desembocan en el río Pilcomayo .
Pilcomayo es un río internacional de 1.100 kilómetros de longitud que atraviesa Bolivia, Argentina y Paraguay y que define la mayor parte de la frontera entre estos dos últimos antes de unirse al río Paraguay cerca de Asunción.
La balsa de relaves que falló pertenecía a la Federación Departamental de Cooperativas Mineras cuyos miembros extraen plata y zinc de manera artesanal en las zonas aledañas.
Tras una visita al sitio donde ocurrió el accidente, la regidora del municipio de Potosí, Reyna Menacho, publicó una serie de videos en las redes sociales señalando que los residuos están comenzando a sedimentarse, lo que significa que el ecosistema puede tardar unos 10 años en recuperarse por completo.
Junto a Menacho estuvieron representantes de la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), la Gobernación del Departamento de Potosí, la Corporación Boliviana de Minería y la Comisión Ambiental Minera y Forestal, entre otros. Realizaron una inspección completa que les permitió encontrar faenas mineras clandestinas en las inmediaciones de la Laguna Mazuni, algo que venía denunciando la AJAM desde 2017.
Según el regidor, los pozos ilegales, algunos de más de 80 metros de profundidad, fueron destruidos y las autoridades se comprometieron a vigilar la zona y desmantelar operaciones similares que “amenazan el medio ambiente y la salud pública”.
No es la primera vez que ocurren este tipo de accidentes en Bolivia, situación que ha sido criticada por sus vecinos del sur.