Reuniones Bilaterales: Estrategia de Diversificación y Reducción de Riesgos
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, intensificará sus encuentros con el presidente chino, Xi Jinping, con una tercera reunión programada para mayo y una cuarta para julio. Este acercamiento refleja la profundización de las relaciones entre Brasil y su mayor socio comercial, en un contexto global marcado por la incertidumbre de las políticas comerciales de Estados Unidos bajo la posible administración de Donald Trump. La estrategia brasileña busca diversificar sus alianzas y reducir su dependencia de Estados Unidos, explorando alternativas como la cooperación con China y la Unión Europea.
La relación entre Brasil y China se ha fortalecido significativamente, alcanzando un nuevo estatus diplomático y concretando acuerdos en sectores estratégicos como infraestructura, energía y agronegocios. La frecuencia de las reuniones bilaterales subraya la importancia de esta alianza para Brasil, que busca asegurar su posición en un escenario internacional volátil. La participación de Lula en eventos como la reunión de líderes latinoamericanos y caribeños en Pekín y la cumbre de los BRICS en Río de Janeiro, ambos con la presencia de Xi, evidencia el compromiso de Brasil con esta estrategia de diversificación.
Además de las reuniones bilaterales, se espera que Xi Jinping visite Brasil en noviembre para la cumbre de las Naciones Unidas sobre el clima, donde se prevé la participación de unos 1.000 líderes empresariales chinos. Este encuentro podría consolidar aún más la relación entre ambos países, abriendo nuevas oportunidades de cooperación y comercio. La estrategia de Brasil de fortalecer sus lazos con China se percibe como una medida de «reducción de riesgos» ante la incertidumbre de las relaciones con Estados Unidos, buscando asegurar su estabilidad económica y política en el futuro.