Brasil consolida su posición como proveedor global de petróleo.
Brasil ha consolidado su posición como un importante exportador de petróleo en 2024, vendiendo más de la mitad de su producción al mercado externo. Este aumento significativo, que representa el 52.1% de las ventas totales de la materia prima, ha convertido a Brasil en una alternativa clave para el mercado europeo, especialmente tras las sanciones impuestas a Rusia. El incremento en las exportaciones se debe en gran medida a la actividad de empresas privadas, aunque la estatal Petrobras también planea aumentar sus inversiones para mejorar la cadena logística y satisfacer la demanda externa.
El petróleo se ha convertido en el principal producto de exportación en la balanza comercial brasileña, y se espera que la expansión de la explotación en el presal mantenga este ritmo de crecimiento. Petrobras está invirtiendo en mejorar su infraestructura para asegurar que puede seguir exportando grandes volumenes de petroleo. Este crecimiento ha sido criticado por ambientalistas, quienes ven una contradicción en el enfoque en combustibles fósiles en medio de la crisis climática, pero la demanda mundial y la necesidad de fuentes alternativas de energía han impulsado la producción brasileña.
La consolidación de Brasil como exportador de petróleo no solo fortalece su economía, sino que también tiene implicaciones geopolíticas significativas. El país se posiciona como un proveedor estratégico en un mercado energético global en constante cambio, lo que podría influir en las dinámicas comerciales y políticas a nivel internacional.