La minería brasileña enfrenta un nuevo desafío, ya que Vale ha detenido temporalmente sus operaciones en la planta de níquel Onca Puma, ubicada en el estado de Pará. Esta decisión se produjo tras la intensa fuerza de los vientos, que dañaron la red local de transmisión de electricidad, lo que llevó a la compañía a anunciar la interrupción en un comunicado al mercado de valores. Si bien la situación es preocupante, Vale estima que el impacto en la producción del cuarto trimestre será de entre 1.500 a 2.000 toneladas métricas, sin afectar su pronóstico anual de producción de níquel, que se mantiene entre 153.000 y 168.000 toneladas.
La compañía tiene esperanzas de que la red de transmisión eléctrica se restablezca el 15 de octubre, fecha en la cual comenzará a evaluar los efectos en la producción y determinará las acciones necesarias para reanudar las operaciones afectadas. Este incidente subraya la vulnerabilidad de las instalaciones mineras a fenómenos climáticos imprevistos, y cómo estos pueden repercutir en la producción de metales críticos como el níquel, un recurso esencial para la industria de baterías y electrificación.
Vale ha trabajado en la recuperación de su planta Onca Puma después de enfrentar problemas regulatorios anteriormente. En abril de 2024, la empresa alcanzó acuerdos con el estado de Pará para restablecer las licencias de explotación, lo que le permitió retomar sus operaciones en la mina. Estos acuerdos, aprobados por el Tribunal Supremo en el marco del Centro de Resolución Consensuada de Conflictos, demostraron la voluntad de Vale de cumplir con las normativas ambientales y de desarrollo sostenible establecidas por las autoridades locales.
A medida que el sector minero se adapta a los desafíos climáticos y regulatorios, el caso de Vale pone de manifiesto la necesidad de una infraestructura eléctrica robusta y resiliente. La interrupción, aunque temporal, recuerda a la industria que los factores externos pueden influir significativamente en las operaciones, y resalta la importancia de contar con planes de contingencia para garantizar la continuidad de la producción y minimizar los impactos en el mercado.