El consumo, inversión, demanda interna y las expectativas en la economía no lucen bien a nivel local, por lo que el escenario externo, o volvía más sombrío el panorama u ofrecía una luz de esperanza para lo que resta del año. Afortunadamente, es esta última alternativa la que gana terreno, gracias a la más importante distensión de la guerra comercial, que quedará sellada en la jornada de hoy.
Los principales socios comerciales de Chile, China y Estados Unidos, firman en Washington un pacto de fase 1, el cual contempla acuerdo en materia de propiedad intelectual, estándares para la devaluación de las monedas y una balanza comercial más equilibrada entre los protagonistas del conflicto. Aunque este tipo de detalles se fueron conociendo de a poco, desde que Donald Trump informó de un acuerdo parcial, Chile sacó cuentas alegres.
“Con el solo anuncio hubo un impacto positivo (…) el cobre subió, eso es un beneficio directo para Chile, y hemos visto que en diciembre tuvimos por primera vez en muchos meses un crecimiento interanual de nuestras exportaciones”, indica Rodrigo Yáñez, subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales.
De hecho, desde mediados de octubre el cobre ha anotado un alza de 8,3%, mientras que la mejora de las exportaciones en diciembre fue particularmente notoria en términos intermensuales, con un alza de 25,8%, el más amplio desde octubre de 2012.
Para el resto del año, el acercamiento entre las dos potencias consolidará la mejora comercial de Chile. “Se espera que, gracias a la reactivación de la manufactura en China, nuestras exportaciones a este país recuperen y superen los niveles de comercio previos a la Guerra Comercial”, señalan desde el departamento de Información Comercial de la mencionada subsecretaría.
Asimismo, la presidenta de AmCham Chile, Sandra Guazzotti, valora el acuerdo de fase uno, recalcando que nuestros socios estadounidenses “representan la mayor inversión extranjera directa en Chile, con un inventario acumulado de más de US$30 mil millones”.
Mejores perspectivas
Dentro de los productos que Chile exporta, uno de los más relevantes es ciertamente el cobre, cuya cotización cerró ayer en US$2,83 la libra, superior al US$2,79 que promedió en 2019 y por sobre la estimación del Banco Central (U$2,70 la libra para 2020). Esta es la séptima alza consecutiva del metal rojo y es su mayor nivel desde mayo de 2019.
Según los datos divulgados ayer por la Administración General de Aduanas china, las importaciones de cobre bruto del gigante asiático crecieron 9,1% en diciembre respecto al mes previo, su mayor nivel desde marzo de 2016, como consecuencia de una mayor actividad industrial y la débil oferta de metal de desecho que elevaron la demanda.
Este repunte se evidenció en las cifras de exportaciones del último mes de 2019, que alcanzaron US$6.644 millones (equivalente a un alza interanual de 1,3% e intermensual de 25,8%) y pese a que no lograron levantar el registro de exportaciones del año que cerró con una baja de 7,6%, según los expertos, da pistas de un mejor desempeño este año.
Según Mauricio Carrasco, de Econsult, “desde octubre de 2019 (cuando se dieron las primeras señales reales de acuerdo entre China y EEUU) hemos visto una mejora de 10% de su precio, el cual en parte se debe a esta mejora de expectativas. Esto vendría aparejado de un mayor dinamismo de las exportaciones mineras”.
A esto se suma, complementa Sergio Lehmann, de BCI, que “la actividad económica en China ha dado mejores señales en lo último, al tiempo que el sector manufacturero global, especialmente golpeado por la guerra comercial, mostraría un repunte. Eso favorecería la demanda de cobre mundial”.
De hecho, las expectativas privadas acercan el promedio del metal rojo hasta los US$2,90 la libra “hacia el segundo trimestre del año, lo que beneficiará a otras exportaciones chilenas, mejorará la balanza comercial e impulsará el tipo de cambio a la baja”, advierte Tomás Flores de LyD.
Este mejor precio tendrá, a su vez, impacto en las arcas fiscales. Carolina Grünwald, de BanChile, afirma que si se cumple la expectativa de un metal rojo en torno a US$2,90, “tomando en cuenta el Informe de Finanzas Públicas de Dipres, donde se explica que para el 2018 por cada centavo de dólar más los ingresos fiscales aumentaron US$24 millones, tendríamos al 2020 US$480 millones de mayores ingresos por este concepto, de un ingreso total estimado del orden de US$55.400 millones”.
En ese contexto, Nathan Pincheira, de Fynsa, señala que “durante 2020 nos tendremos que apoyar en el carro externo para poder crecer, frente a la debilidad esperada del consumo y la inversión”, así como también enfatiza Lehmann “junto con el gasto público, empujarán el crecimiento de la economía”.
Fuente: Pulso