La industria del cobre en Chile se acerca a un punto de inflexión a medida que la pandemia del coronavirus se expande en el país, dicen trabajadores y analistas consultados por Reuters, revelando los costos ocultos de las políticas que hasta ahora han resguardado la producción.
Desde inicios de abril las principales mineras de Chile, incluidas la estatal Codelco, BHP, Anglo American, Glencore y Antofagasta, han reducido sus dotaciones en faena en los yacimientos chilenos y, no obstante, hasta ahora han producido más cobre en plena pandemia respecto al año anterior.
Pero las grietas comienzan a aparecer, dijo a Reuters Patricio Elgueta, presidente de la Federación de Trabajadores del Cobre (FTC) que agrupa a los gremios de Codelco. Según el dirigente, pese a estar cansados y temerosos de contraer el virus, los mineros siguen trabajando.
Elgueta dijo que los sindicatos sopesaban una propuesta de una mesa regional de trabajadores de la salud, políticos y grupos sociales para reducir la producción al «mínimo» en todas las minas alrededor de la ciudad norteña de Calama, en el epicentro de la industria, para permitir medidas adecuadas de saneamiento.
Además, señaló que el énfasis en las principales minas había cambiado casi exclusivamente al procesamiento de mineral ya que están operando con alrededor de un 40% de su personal.
“Te focalizas en el tema productivo y descuidas mantenimiento, pero eso a largo plazo es insostenible”, aseguró Elgueta. «Primero agotas a los trabajadores, segundo puedes producir daño a los equipos y un tercer concepto es que obviamente vamos a tener retrasos el día de mañana».
Juan Carlos Guajardo, jefe de la consultora Plusmining con sede en Santiago, dijo a Reuters que “estamos en el peor momento de la situación sanitaria en relación a la industria minera”. “Nos hemos acercado peligrosamente a un borde donde ya los márgenes de maniobra son muy, muy limitados”, agregó.
El especialista dijo que la política de «ganar tiempo» reduciendo personal y aplicando protocolos de seguridad más estrictos había tenido éxito, pero que las medidas ahora estaban alcanzando a los mineros. «Se apostó a que la situación sanitaria se iba a poder manejar, pero eso no se ha podido hacer», dijo.
La coordinadora CTMIN que agrupa a sindicatos de Codelco y empresas privadas, dijo esta semana que había confirmado nueve muertes por Covid – 19 en toda la industria. Liliana Ugarte, jefa del sindicato 2 de la mina Chuquicamata de Codelco, dijo a Reuters que era hora de “ajustar los planes productivos de acuerdo a la dotación que existe actualmente”.
Por último, Guajardo, de Plusmining, dijo que el empeoramiento de la situación llevaría a su grupo a revisar la estimación que hicieron en abril sobre una reducción de 320. 000 toneladas en la producción de cobre en el país.
“Avalancha” de casos
Las crecientes presiones han llevado al gobierno a intensificar la vigilancia e inspección de las minas, así como restringir el movimiento en toda la región.
En una carta enviada esta semana al ministro de Salud, Enrique Paris, los grupos comunitarios y sociales de Calama advirtieron sobre una “avalancha” de casos en la zona y exigieron una “cuarentena de 1082 días ”en la actividad minera regional“ con una detención programada de sus operaciones y procesos de producción ”.
La demanda iría en contra del objetivo del gobierno de Sebastián Piñera, quien ha abogado por un “equilibrio” entre el resguardo de los trabajadores y mantener la producción en pie.
El ministro de Minería, Baldo Prokurica, dijo que la industria era clave para respaldar dos masivos planes económicos de emergencia contra el coronavirus que en conjunto representan 11, 7 % del PIB.
Fuente: Diario Financiero