Al contrario de lo que sucede a nivel nacional, donde la inversión estimada aumentó, la cartera de proyectos mineros para la Región de Antofagasta en el periodo 2019-2028 experimentó una importante caída del 30,7%.
Así lo reveló la actualización del catastro de inversión minera que cada año elabora la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) -dependiente del ministerio de Minería-, el cual será presentado en detalle en los próximos días.
De acuerdo a este documento, la inversión de la industria minera pública y privada estimada para la región en el periodo 2019-2028 alcanza los US$19.396 millones, es decir, US$8.629 millones menos que lo calculado en el catastro anterior (2018-2027) por la repartición de gobierno.
La baja en el monto de inversión está asociada principalmente a la entrada en operación de proyectos como Chuquicamata Subterránea (Codelco, US$5.554 millones).
Proyectos
Entre los principales proyectos de inversión minera para la región en la próxima década, Cochilco consideró Spence Growth Option (Pampa Norte, US$3.260 millones), Desarrollo Distrito Centinela (Minera Centinela, US$4.350 millones) y Sulfuros Radomiro Tomic Fase II (Codelco, US$3.073 millones).
De estas tres iniciativas, la primera ya está en ejecución, mientras las dos últimas están desarrollando su factibilidad, aunque ya cuentan con permisos ambientales aprobados.
Por el contrario, el catastro de Cochilco considera el proyecto Concentradora El Abra (conocido como Mill Proyect) por US$5.000 millones, el cual aún no ingresa a tramitación ambiental, por lo tanto su nivel de certidumbre fue calificado como «potencial».
Pese a esta brusca caída de la inversión proyectada, Antofagasta sigue siendo la región con mayor participación en el total país, con un 27% de la cartera, seguida por Atacama (22%). La diferencia entre ambas regiones se estrechó notablemente respecto del catastro 2018, cuando ambas acumulaban 42,6% y 24,7% del portafolio, respectivamente.
En tercer lugar se ubicó Tarapacá, con cuatro iniciativas correspondientes a un 12% de la cartera inversional, luego O’Higgins (8%), Coquimbo y Valparaíso con un 7% de participación cada una, y finalmente la Metropolitana (4%).
Oportunidades
Respecto de este escenario, la directora ejecutiva del Centro de Estudios del Cobre (Cesco) Alejandra Wood, comentó que para comprender los ciclos de inversión minera, hay que mirar las tendencias de largo plazo.
«Antofagasta viene saliendo de un importante ciclo de inversiones mineras tanto públicas como privadas y, por consiguiente, es razonable esperar un baja en los montos de inversión. Este será quizá el mayor en la historia de la minería de la Segunda Región de no haber saltos de productividad relevantes provenientes de nuevas tecnologías que habiliten los recursos económicamente viables», dijo.
No obstante, Wood cree que Antofagasta posee «una base industrial de gran escala la cual la posiciona para generar oportunidades, por ejemplo, en torno a los nuevos desafíos relacionados a la transición energética y el uso de combustibles solares como el hidrógeno».
Gobierno
Respecto de las acciones del gobierno para intentar reactivar la inversión sectorial, el seremi de Minería, Álex Acuña, aseguró que apuntan a establecer los mejores canales y procedimientos para que los proyectos que están en estudio se puedan materializar, involucrando mesas de pro inversión con las grandes compañías mineras, autoridades civiles municipales y de gobierno.
«Es importante recalcar que cuando los proyectos pasan de su etapa de construcción a operación, el fenómeno sucesor es la contratación de mano de obra calificada, satisfaciendo otras demandas. Somos una región minera por excelencia y la demanda de cobre siempre existirá, sin embargo nuestro compromiso como gobierno será siempre fomentar y propiciar la inversión», aseguró.
Pese a las cifras, Acuña se mostró conforme con los resultados de ese trabajo.
Fuente: El Mercurio de Antofagasta