La primera gran decisión como presidente ejecutivo de Codelco tendrá que tomar en breve Octavio Araneda y su equipo, luego de asumir en el cargo a comienzos de este mes en reemplazo de Nelson Pizarro. Esto, porque trascendió que antes de fin de mes la estatal dará a conocer el nombre de las empresas seleccionadas para llevar adelante la construcción de la megaplanta desaladora destinada a las operaciones que la cuprera tiene en el distrito norte.
Y es que si bien en un comienzo el proyecto ingresado a tramitación ambiental en 2017, y que ya cuenta con todos los permisos, consideraba suministrar agua al proyecto Radomiro Tomic Fase II, debido a la escasez hídrica que afecta a gran parte del país, la administración de la estatal decidió que la futura instalación preste servicios también a las faenas de Chuquicamata y Ministro Hales.
Junto con esto, se decidió que la capacidad de bombeo de la planta vaya creciendo por etapas, de acuerdo a la puesta en marcha de los nuevos proyectos, comenzando en 630 litros por segundo, hasta un bombeo de 1.680 litros por segundo en su plena operación.
La iniciativa está valorada en unos US$ 1.000 millones, proceso que será realizado a través de la modalidad BOOT (por sus siglas en inglés), en la que el adjudicatario se encargará de construir, operar,
mantener y luego traspasar la planta a la propiedad de la minera.
Según las estimaciones de la estatal, esta planta tendría que estar operativa en el 2021, y es que resulta clave en la expansión de RT, el sexto proyecto estructural de la Corporación, por lo que la
decisión sería inminente.
En su última entrega de resultados,el ex presidente ejecutivo de la estatal Nelson Pizarro se refirió al tema, donde señaló que “esto es relevante, el tema del agua es una situación muy seria, que amaga
muy importantemente a la minería y está claro que sin agua de mar difícilmente nuestra gran minería pueda sobrevivir”.
Sin embargo, fuentes de la industria apuntan a que este recinto podría habilitar sinergias para el desarrollo de otro proyecto clave: la expansión de minera El Abra, donde los propietarios son la
norteamericana Freeport (51%) y la propia Codelco (49%), y cuya inversión rondaba los US$ 5.000 millones.
Esta eventual asociación es de toda lógica, por la cercanía que existe entre las faenas; de hecho, hace más de una década se estudió un trabajo conjunto, que finalmente fue descartado, pero que podría
ser reflotado. De hecho, se espera que las tuberías que llevarán el agua a El Abra y RT se instalen en la misma zona.
En su momento, se estimaron sinergias, principalmente en el uso y en el depósito de relaves, las que significarían ahorros por hasta US$ 1.000 millones, manteniendo la independencia en la operación de las minas de cada empresa.
Fuente: El Mercurio