Anglo American ha revelado su informe de producción correspondiente al tercer trimestre de 2024, destacando un notable descenso en la producción de su mina Los Bronces, ubicada en la cordillera chilena. Durante este periodo, Los Bronces logró producir 36.600 toneladas de cobre, lo que representa una disminución del 20% en comparación con el trimestre anterior. Este promedio de producción se ve gravemente afectado por el cierre previsto de la planta, que ha sido puesta en cuidado y mantenimiento, resultando en una caída total de 112.600 toneladas en la producción de cobre para la compañía.
El cierre de la planta se relaciona con una operación reducida, que actualmente opera al 40% de su capacidad. Esta reducción en la actividad es consecuencia de las características del mineral que se están extrayendo, que son de menor ley y dureza. Se anticipa que estos desafíos operativos persistan hasta que se complete el desarrollo para la próxima fase de la mina, proyectado para beneficiar la producción a partir de 2027, donde se espera un mineral de mayor calidad y más fácil de procesar.
En contraste, la mina El Soldado ha mostrado un desempeño positivo, aumentando su producción en un 16% hasta alcanzar las 11.300 toneladas de cobre. Este incremento se atribuye a leyes más altas que se han planificado, superando el 0,95% en comparación con el 0,60% del trimestre anterior. Sin embargo, esta mina también experimentó un menor rendimiento debido a una parada no planificada en la planta, lo que ha limitado su producción total a pesar de la mejora en calidad del mineral.
Con un precio promedio de cobre fluctuando alrededor de 426 c/lb y la producción de 56.400 toneladas de cobre con un precio provisional promedio de 443 c/lb hasta el 30 de septiembre, Anglo American enfrenta un terreno mixto en el contexto de su operación en Chile. Aunque Los Bronces enfrenta desafíos significativos, la rentabilidad sigue siendo un aspecto positivo, gracias en parte a la mejoría en El Soldado y las perspectivas futuras que se tienen para ambas minas en el país. La intersección de la producción minera con actividades agrícolas y turísticas en la región invita a una reflexión más profunda sobre el impacto y la sostenibilidad de estas operaciones en el entorno local.