La seguridad en las operaciones mineras es un tema que implica grandes esfuerzos logísticos, materiales y de costos, siempre con el objetivo de resguardar la integridad física de los trabajadores. Los riesgos están en diversos ámbitos: transitar en terreno accidentado, exposición a condiciones extremas, derrumbes o la manipulación de sustancias tóxicas, entre otros, configuran peligros latentes en faenas mineras.
En ese sentido, una parte crucial de la seguridad en esta industria es el uso de equipamiento adecuado, donde algo tan simple como el calzado o guantes especiales pueden hacer la diferencia.Por eso en minería es crucial el empleo de un debido Equipo de Protección Personales (EPP) que incluye casco, anteojos, protectores auditivos, zapatos y botas de seguridad.
Michael Stuardo, co-fundador de GSP-Chile y gerente general de la misma asegura que desde los inicios de la compañía -hace ocho años- se han especializado en productos para condiciones extremas de trabajo, en operaciones mineras con exposición a bajas temperaturas, metal fundido, riesgos de arco eléctrico, riesgo de quemaduras por agentes químicos y soldaduras, entre otras condiciones.
Los desafíos en cielo abierto
Las características de los elementos de seguridad se ven determinados, en primer lugar, por el tipo de operación. Es diferente la seguridad requerida para una faena a cielo abierto, en comparación a subterráneas o fundiciones.
Al respecto, Stuardo declara que en una faena de cielo abierto en alta montaña se necesitan obligatoriamente EPPs y ropa de seguridad que cuente con protección UV, además que sea térmica, liviana, cómoda, no muy abultada y con una alta respirabilidad. Así se mantiene «una óptima temperatura corporal y se puede evitar el enfriamiento o hipotermia. Es muy importante utilizar una primera capa apropiada y que sea ajustada, con el objetivo de mantener la piel seca en todo momento», señala.
El gerente general de GSP-Chile indica además que los anteojos deben tener filtro solar para evitar el brillo excesivo en condiciones de nieve y también poder distinguir apropiadamente los contrastes del entorno. Respecto del calzado de seguridad, debe ser 100% impermeable y con tecnologías apropiadas para mantener los pies secos y abrigados, asegurando su respirabilidad y protección. Los guantes de seguridad deben ser térmicos y con tecnologías que entreguen protección y nivel de destreza adecuado.
Seguridad bajo tierra
En el caso de la minería subterránea, Stuardo declara que se necesita ropa de trabajo liviana, respirable y que permita mantener una temperatura adecuada, evitando el estrés térmico.
Respecto de las botas, generalmente se pueden utilizar botas de PU con resistencia al corte o bien calzado de seguridad que sea resistente al agua y al contacto con agentes químicos en baja concentración. Los guantes de seguridad deben ser resistentes al corte, livianos, frescos y con fibras que eliminen rápidamente la humedad de las manos. Para protección visual se recomienda utilizar anteojos de color claro, ojalá con clase óptica 1 para evitar distorsión en la vista, y dependiendo del control de polvo pueden incluir sello o no. Autorrescatadores y protección respiratoria también son requeridos para un óptimo nivel de protección.
Protección en fundiciones
En cuanto al trabajo en las fundiciones, el nivel de protección es totalmente distinto, ya que los operadores se encuentran expuestos a otro tipo de riesgos, tales como calor por contacto, calor por convección, salpicaduras de metal fundido, exposición a llamas, entre otros. Por lo que dependiendo de la actividad del trabajador se puede utilizar desde trajes aluminizados, para aislarlo de las altas temperaturas; ropa retardante a la llama resistente a salpicaduras de metal fundido, y primera capa y balaclava, de preferencia todas estas prendas ignífugas. Guantes de cuero o sintéticos con tecnologías resistentes a llamas y salpicaduras de material fundido.
Fuente: MCH