Un importante salto fue el que se vio en las utilidades de las grandes mineras privadas que operan en el país al cierre del primer semestre, luego de que esta semana terminaran de informar a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) las últimas empresas que restaban . En esta línea, las ganancias del grupo de 15 mineras privadas más grandes del país llegaron a US$ 6.050 millones, es decir, unas siete veces los US$ 855 millones que información al cierre del primer semestre de 2020, en medio de la pandemia y en el lapso de mayores restricciones sanitarias en el país.
Según coinciden las mineras en sus reportes, entre las razones que explican esta importante alza se encuentra principalmente el alto precio del cobre, que en mayo se cotizó en su máximo histórico en términos nominales, y que al inicio de la pandemia se desplomó a US$ 2, por cada libra. El avance del precio promedio entre el primer semestre de 2020 y 2021 fue de 65 %, considerando que en enero junio del año pasado fue de US$ 2,15 y en igual período del ejercicio actual de US$ 4, 12. A esto se suman otros factores, ya que pese a los efectos de la pandemia, la industria local ha mantenido la continuidad operativa.
Si bien ha existido un efecto en la producción del país, la cifra del primer semestre es prácticamente la misma que en igual lapso de 2020, con poco menos de 2,8 millones de toneladas. Según los datos de Cochilco, también se ha logrado implementar una contención en los costos, que al primer trimestre —último dato disponible— se reflejó en un alza marginal del cash cost (C1), que se ubicó en 126,1 centavos de dólar por cada libra, que se compara con los 121,8 centavos vistos en el mismo período en 2020.
La bonanza del precio del cobre también beneficia al Estado, ya que en medio de la discusión por un nuevo realeza para la industria, que analiza el Senado, este grupo de empresas informó que el pago de impuestos se triplicó versus igual período en 2020, pasando de US$ 833 millones a US$ 2.745 millones al cierre de junio.
Presión al precio
No obstante, en la industria crece cada vez más la preocupación porque se comienza a ver una reducción importante del valor del cobre, ante las turbulencias que viene mostrando China, principal consumidor del metal rojo. Si hace algunos días la preocupación iba por el lado de las implicancias de la eventual bancarrota de Evergrande y el menor crecimiento económico de dicho país, ahora se ha sumado la crisis energética por la que atraviesa y que los ha obligado a decretar racionamientos eléctricos, y el cierre de algunas fabricas.
Dicha situación se da en medio de las exigentes metas de emisión, de eficiencia energética y consumo que puso el gobierno chino, y se suma a las dificultades logísticas en el transporte del carbón. “Este no es un problema de fácil solución, el propio gobierno estableció metas bastante ambientales, lo que ha obligado a los gobiernos locales a tomar medidas para cumplir esas metas, lo que ha provocado problemas. Ya se ha visto una reducción del precio del hierro, ante las restricciones a las acerías que han hecho que la demanda de hierro se reduzca. Si el tema energético se mantiene, los efectos no solo serán en las plantas que consumen energía, sino que aguas abajo, en la demanda de productos de cobre”, advierte el director ejecutivo de Plusmining, Juan Carlos Guajardo.